Cada país tiene la literatura que se merece: J.M. Servín

GUADALAJARA, JALISCO (21/SEP/2012).- Como un "mapa de entusiasmos", definió Gerardo Lammers al nuevo libro del también escritor y periodista J.M Servín: Del Duro Oficio de Vivir, Beber y Escribir Desde el Caos (Cal y Arena, 2012). Un libro casi educativo, agregó el primero, ya que mediante la crónica y el ensayo literario, Servín revela las vidas autores poco estudiados; autores marginales como Nelson Algren, Ian Fleming, Louis Céline, Iceberg Slim, entre otros.  

"Semblanzas peculiares, llenas de sorpresas datos y anécdotas (...) un libro que es al tiempo testimonio, periodismo de investigación y literatura de gran calado", expresó a su vez el escritor y editor de la revista Replicante, Rogelio Villareal, quien también acompañó al autor en la presentación de su libro el pasado jueves en la librería José Luis Martínez (FCE).

Para Villareal, los autores que eligió Servín tienen en común el interés en la vida de la gente común, y a partir de eso "escriben novelas entrañables con las que nos podemos identificar". Buena ocasión, según el editor de la revista de contracultura, para preguntarse por nuestros héroes literarios contemporáneos, como Volpi, Villoro, Fadanelli, Bellatin y otros autores mexicanos que, en opinión de Villareal, no tienen nada que hacer frente a los "monstruos que presenta Servín".

"El promedio de escritor en México se crea en la universidad, es académico", afirmó después Servín, y como "está acostumbrado a vivir a la sombra del estado, muy pocas veces arriesga una opinión o una actitud de vida que le pueda marcar una distancia con las instituciones. La razón de proponer estos autores también es revisarnos a nosotros como sociedad", expresó el autor capitalino.

La identificación con los autores que aparecen en su libro, viene de su formación autodidacta, su firme discurso político y su actitud arriesgada ante la vida. Además se trata de autores que son poco conocidos en este país.

Es el caso de Iceberg Slim, un negro de los barrios más marginados del sur de Estados Unidos, que pasó diez años en prisión por dedicarse a ser padrote. Ahí aprendió a leer y pasó una década leyendo. Al salir se puso a escribir novelas a partir de sus experiencias, y se convirtió en un "best seller marginal" porque lo publicaba una editorial exclusiva para negros, en los años sesenta. "En ese momento llegó a vender ¡8 millones ejemplares! Difícilmente un autor mexicano ha vendido esa cantidad", dijo Servín.

"Lo que encuentro con este tipo de personajes es oxígeno, porque sé que las circunstancias en este país no se prestan mucho para que alguien de formación autodidacta -o carcelaria-- tenga la posibilidad de convertirse en una artista exitoso" expresó Servín.

El autor cerró diciendo que "cada país tiene la literatura que se merece", y en el caso de México está muy ligado a los 70 años de gobierno del PRI: "donde todo se centraliza, siempre hay tlatoanis y maneras de monopolizar la opinión en un país donde de por sí no hay lectores. El pastel es muy chiquito, y la apuesta de las editoriales tiene que ser muy conservadora: a partir de ciertas figuritas; porque los lectores no dan para más y hay que irse a lo seguro".

PERFIL

J.M. Servín (Distrito Federal, 1962) es escritor de formación autodidacta. En 1993 se fue de México para trabajar de indocumentado en diversas ciudades como Nueva York, Dublín y París. A su regreso, diez años después, comenzó a colaborar con medios de circulación nacional. En 2004 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez y desde 2006 es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Ha publicado Periodismo Charter (2002), Cuartos para gente sola (1999) y Por amor al dólar (2006).

EL INFORMADOR / EUGENIA COPPEL