CECA requiere descentralizarse del Gobierno estatal para asegurar éxito

GUADALAJARA, JALISCO (28/AGO/2012).- En 2001 nació el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes (CECA), como herramienta de "contrapeso" y asesoría para afinar las políticas públicas de la Secretaría estatal encargada de este tema. Pero como "organismo desconcentrado" aun queda a deber, pues el gran reto es luchar por su descentralización del Gobierno de Jalisco y, sobretodo, alcanzar su ciudadanización... reto que habrá de asumirse en el próximo sexenio.

Martín Almádez, quien presidió el CECA durante dos periodos (2004/2007 y 2008/2010), opina que el futuro del Consejo demanda autonomía financiera, para no depender del Ejecutivo estatal (a la fecha, es el gobernador quien avala el perfil de quienes lo integrarán). "No habría necesidad que dentro del Consejo haya representantes que responden a intereses de funcionarios, o a la visión particular del secretario de Cultura".

Y es que la visión de su puesta en marcha obliga a que, a través de él, "la ciudadanía manifieste sus puntos de vista, inquietudes y objeciones respecto a lo que la Secretaría de Cultura implementa". Un punto que, a su parecer, lleva terreno ganado, pues la sociedad civil sí cuenta con voz y participación directa en las políticas públicas a través del CECA.

Pero "no se puede mantener el consejo con esta 'relación perversa' que hay entre el secretario de Cultura y los consejeros. Me refiero a que se esté 'chantajeando' y condicionando el recurso financiero al Consejo si es que opina en favor o en contra de la Secretaría de Cultura. Esa relación debe concluir, debe ser modificada por una agenda administrativa y el derecho de los propios artistas representados a través de los consejeros".

Ante esto, sugiere una "reforma inmediata" que sea aplicable a la siguiente estructura del CECA.

Cultura, un organismo 'muy poco productivo'

La Secretaría de Cultura Jalisco es un "organismo poco productivo". De acuerdo con el ex presidente del CECA, Marín Almádez, las tres administraciones panistas (poco ahondó sobre los dos años del PRI) han dado ese estatus a la dependencia. Sustenta su discurso en que "no hay un proyecto definido sobre lo que es cultura, y lo que se entenderá desde la función pública como política cultural".

"Los resultados me parece que son magros; sin embargo por el otro lado se ha permitido una democratización en cuando al manejo de los espacios, recursos financieros y humanos alrededor de la gente interesada en hacer la cultura, disfrutarla y consumirla".

Considera que, aunque sí se ha ganado mucho, se "extraña" una coordinación entre dependencias municipales, estatales y federales. Y es que, aunque las administraciones panistas "han demostrado que tienen muy buena voluntad de hacer las cosas", también "les ha faltado inteligencia".

"Un ejemplo notorio y preocupante ha sido el sexenio actual, donde se ha entendido que la cultura se limita al rescate del patrimonio que se ha edificado, para etiquetarlo, y de esta manera justificarlo como cultura, pero entendiéndolo solo como edificios de culto religioso, particularmente de la religión católica".

¿Qué hace la Secretaría de Cultura?

Es una dependencia que está obligada por Ley a prestar servicios de cultura; garantizar su acceso al total de la población, que todos tengan derecho a, por ejemplo, disfrutar de una obra de teatro, un concierto.

También debe pugnar porque se respeten y preserven las tradiciones barriales; las costumbres de las distintas comunidades; el consumo de artículos elaborados por artistas de la Entidad, que se conserven los valores de nuestra gastronomía, e impulsar el talento de los artistas, para que sean conocidos no solo a nivel nacional.

EL DATO:

La cultura no es solo un instrumento de exposición, sino también de economía. Y es que, en el caso de México, el 6% del Producto Interno Bruto (PIB) viene de la promoción y consumo de artículos culturales.

EL INFORMADOR / ISAACK DE LOZA