Cultura | Veinticinco años sin el escritor de Buenos Aires Borges, Rulfo y Arreola, contertulios en el tiempo Con motivo de los 25 años de la muerte de Jorge Luis Borges, se presenta aquí un par de diálogos del escritor argentino con los autores jaliscienses Por: EL INFORMADOR 14 de junio de 2011 - 02:15 hs Jorge Luis Borges nació en Buenos Aires el 24 de agosto de 1899 y murió en Ginebra el 14 de junio de 1986. AFP / GUADALAJARA, JALISCO (14/JUN/2011).- Hoy hace 25 años Jorge Luis Borges dejó de existir, lejos de Buenos Aires, en Ginebra, a donde tras saber que no habría más en su vida, le pidió a su esposa María Kodama que lo llevara para esperar el fin. El argentino, uno de los más grandes escritores del siglo XX, dejó una extensa obra en la que se habían inspirado, y lo siguen haciendo, autores de América Latina y del mundo entero. Del autor de El Aleph, Historia universal de la infamia, La muerte y la brújula, El hacedor, entre muchos otros, recogemos aquí un par de conversaciones sostenidas por él con dos grandes escritores jaliscienses: Juan Rulfo y Juan José Arreola. La primera fue publicada por Cuadernos de Marcha, revista que marcó toda una época en la Sudamérica de la segunda mitad de siglo XX, hasta 1974 cuando fue cerrada por la Dictadura, y luego retomada en México por su director Carlos Quijano. La segunda corresponde a un texto de Tomás Eloy Martínez, publicado en el diario Página/12, de Argentina. “Muriéndome por ahí” “Jorge Luis Borges visitó la Ciudad de México en 1973. Amable, accedió a todos los ‘impiadosos compromisos’ que, según sus palabras, ‘confundían a un modesto autor con un pésimo actor’. De la breve entrevista que sostuvo con el Licenciado Luis Echeverría se sabe poco. El extinto periodista colombiano Miguel Cantero le preguntó meses después por la impresión que le causó el mandatario. A lo cual Borges respondió: ‘Nunca me tomé en serio. Pero si ése es el presidente, prefiero no imaginar al gobierno’. A su llegada al país, el escritor argentino ‘pidió un favor’ a sus anfitriones. Quería hablar con Juan Rulfo. Le sugirieron entonces un desayuno. ‘Pido clemencia -respondió-. Prefiero los atardeceres. Las mañanas me derrotan. Ya no tengo el brío ni las fuerzas para entregar al día lo que se merece. Hoy el crepúsculo me sienta mejor. Sólo quiero conversar con mi amigo Rulfo’”. “Rulfo: Maestro, soy yo, Rulfo. Que bueno que ya llegó. Usted sabe cómo lo estimamos y lo admiramos. Borges: Finalmente, Rulfo. Ya no puedo ver un país, pero lo puedo escuchar. Y escucho tanta amabilidad. Ya había olvidado la verdadera dimensión de esta gran costumbre. Pero no me llame Borges y menos «maestro», dígame Jorge Luis. Rulfo: Qué amable. Usted dígame entonces Juan. Borges: Le voy a ser sincero. Me gusta más Juan que Jorge Luis, con sus cuatro letras tan breves y tan definitivas. La brevedad ha sido siempre una de mis predilecciones. Rulfo: No, eso sí que no. Juan cualquiera, pero Jorge Luis, sólo Borges. Borges: Usted tan atento como siempre. Dígame, ¿cómo ha estado últimamente? Rulfo: ¿Yo? Pues muriéndome, muriéndome por ahí. Borges: Entonces no le ha ido tan mal. Rulfo: ¿Cómo así? Borges: Imagínese, don Juan, lo desdichado que seríamos si fuéramos inmortales. Rulfo: Sí, verdad. Después anda uno por ahí muerto haciendo como si estuviera uno vivo. Borges: Le voy a confiar un secreto. Mi abuelo, el general, decía que no se llamaba Borges, que su nombre verdadero era otro, secreto. Sospechoso que se llamaba Pedro Páramo. Yo entonces soy una reedición de lo que usted escribió sobre los de Comala.” (Recuperado por www.antroposmoderno.com) Con Arreola De los encuentros de Jorge Luis Borges con escritores de Jalisco también se puede recordar lo publicado por Tomás Eloy Martínez en el diario Página/12, de Argentina, en 1992. Ahí, Juan José Arreola cuenta el último de una serie de encuentros que mantuvo con Borges: “En la Jolla, California, nos invitaron a que hiciéramos juntos seis o siete programas de televisión. Los hicimos, pero no los pasaron nunca porque Borges no consiguió decir ni una sola palabra completa. No lo dejé. ‘Schopen...’, empezaba él, y ahí no más yo me echaba un discurso sobre Schopenhauer. ‘La reali...’, decía, y yo explicaba las teorías sobre la realidad desde los presocráticos hasta Wittgenstein. Había ido preparado. Al final, terminé recitando unos poemas de Amado Nervo y de Salvador Novo, y para que él pudiera decir algo le serví una pregunta: ‘¿Cómo le parecen estos versos, Borges’, a lo que él respondió: ‘Qué melodías las del mundo, Arreola, qué armonías’. Y eso fue todo. No lo vi más. Pero a veces, cuando estoy solo, sigo hablándole. En algún lugar del Cosmos, Borges me oye. Sí señor: para su fatalidad, él me oye.” (Recuperado por www.lugardeolvido.blogspot.com). En Guadalajara Libros en Gonvill El Aleph 109 pesos Arte poético 137 pesos Ficciones 107 pesos Historia Universal de la infamia 143 pesos El libro de arena 99 pesos Antología personal 112 pesos Otras inquisiciones 204 pesos Libros en Gandhi Biblioteca personal 150 pesos Borges por él mismo 219 pesos Borges en las bibliotecas Biblioteca Agustín Yañez (Río La Barca esquina Río Mascota en la Colonia Atlas): Ficciones y Siete noches. Biblioteca Fernando del Paso (Calle Eduardo Ruíz 1110, Colonia Libertador): En el libro Antología de poesía para nuevos lectores hay obra de Borges. Biblioteca Gabriel Covarrubias (Calle Alfonso Cravioto, Colonia Jardines Alcalde): Antología personal. El hacedor Jorge Francisco Isidoro Luis Borges (Buenos Aires, 24 de agosto de 1899 – Ginebra, 14 de junio de 1986) fue un escritor argentino, uno de los autores más destacados de la literatura del siglo XX. Publicó ensayos breves, cuentos y poemas. Su obra, fundamental en la literatura y en el pensamiento humano, ha sido objeto de minuciosos análisis y de múltiples interpretaciones. Ciego a los 55 años, personaje polémico, con posturas políticas que pesaron para nunca haber ganado el Premio Nobel de Literatura. Recorrido borgeano Jorge Luis Borges cuenta en su natal Buenos Aires con un nuevo espacio físico y virtual que, con una propuesta visual y en permanente renovación, busca introducir al público generalista en el universo literario del escritor, de cuya muerte se cumplen 25 años hoy. Cuando los turistas se acercaban al Centro Cultural Borges, en pleno centro porteño, confiados en que se trataba de un lugar dedicado al escritor argentino, se sorprendían al descubrir que no albergaba ningún espacio dedicado a su figura. El centro, inaugurado en 1995, ha acogido en estos 16 años numerosas exposiciones y actividades de homenaje a Borges (1899-1986), pero nunca un espacio permanente que pudiera satisfacer el gran atractivo turístico que despierta el escritor. Para saldar esta deuda y hacer verdadero honor a su nombre, han elegido el 25 aniversario de la muerte del escritor para inaugurar el “Espacio Borges”, que pretende convertirse en un instrumento para la divulgación y la reflexión sobre su obra, relató una de las responsables del proyecto, Laura Mendoza. Íntimo El espacio, creado en colaboración con la Fundación Borges (presidida por la viuda del escritor, María Kodama), se estructura en torno a una muestra permanente, cuyos contenidos se renovarán de forma periódica, y se completa con una página web y un nutrido calendario de actividades paralelas. “Historias de un universo escrito”, como han bautizado la exposición, busca, “con una visión bastante generalista, sacar la solemnidad al escritor y mostrar la cantidad de facetas que tuvo y los intereses que desarrolló a lo largo de su vida”, dijo Mendoza. El espacio incluye un pequeño apartado con fotografías familiares, retratos de su juventud, recortes de periódicos y dos dibujos que el escritor realizó durante su niñez, uno de ellos de un tigre, animal que le fascinó desde pequeño. Este apartado se completa con una presentación audiovisual con la opinión de otros grandes escritores e intelectuales, como John Updike, Maurice Blanchot, Darío Puccini, Gérard Genette, Adolfo Bioy Casares y Mario Vargas Llosa, entre otros, sobre la obra de Borges. La muestra recoge también una selección de las lecturas y autores favoritos de Borges, como Dante Alighieri y su Divina Comedia, Franz Kafka, Walt Whitman, Gilbert Keith Chesterton, Edgar Allan Poe o Joseph Conrad, entre otros, representados con dibujos, fotografías o facsímiles de sus obras. También se muestra el proceso creativo de Borges por medio de reproducciones de los manuscritos originales de su obra cumbre, El Aleph, o su primera publicación en la revista Sur y su fascinación por los laberintos y la literatura fantástica. Temas Literatura Escritores Jorge Luis Borges Lee También "Blue Lock" tendrá doblaje de Martinoli y Luis García “Trump será muy radical y hará mucho daño”: León Krauze Actividades de la Librería Carlos Fuentes durante el marco de la FIL 2024 Sociales: Escaparate, inspirado en las joyas y bellas artes Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones