Artista mexicano busca reflejar al narcotráfico como generador de empleos

CIUDAD DE MÉXICO (08/DIC/2010).-  El artista mexicano Roberto de la Torre convirtió el antiguo Templo de Santa Teresa la Antigua de Ciudad de México en una fábrica para maquilar harina y yerba de epazote para simular un laboratorio de producción de cocaína y de empaque de marihuana.

"A la vez que el narcotráfico en México encabeza la larga lista de problemas que nos aquejan, también es generador de muchísimos empleos, y por tanto, dador de grandes beneficios económicos", dijo hoy  De la Torre para explicar el propósito de su obra.

La intervención arquitectónica en el antiguo convento forma parte de la exposición "Harina y Epazote" que desde mañana y hasta el próximo 27 de febrero será el sitio de trabajo de decenas de estudiantes universitarios que se encargarán del cultivo, almacenaje, producción, medición y empaque de los productos.

Todo el proceso se desarrollará en distintas áreas que el artista adecuó para que sean la zona de descanso, comedor y vestuarios de los empleados, el cuarto de secado y deshidratación, las bodegas de almacenaje, el laboratorio de cultivo por hidroponia y el sector de producción, medición y empaque.

En ellas los visitantes podrán observar el proceso de producción de epazote (una yerba aromática muy utilizada en la cocina mexicana) y de harina.

En la nave principal del ex templo se halla el sector de medición y empaque y cuenta con mesas de madera, una serie de básculas y montones de plástico, cinta adhesiva y periódico con los que envuelven la harina y el epazote, a manera de paquetes de cocaína y marihuana.

"No digo que el narcotráfico sea bueno o malo, simplemente mi intervención busca ser el reflejo de lo que sucede en muchas zonas del país, la gente al no tener una oferta laboral digna decide sumarse a la industria del narcotráfico", aseguró De la Torre.

El día de clausura de la exposición las cuatro toneladas de harina y los paquetes de epazote serán donados a organizaciones no gubernamentales y a los visitantes para su consumo.

Según fuentes académicas, el narcotráfico en México emplea a entre 500 mil y un millón y medio de personas, la mayoría de ellas en el cultivo y trasiego de drogas.