El montaje forma parte del séptimo Festival Internacional de Títeres de Guadalajara, mejor conocido como Festín de los Muñecos. Los tres actores en escena Jacqueline Serafin, Ermis Cruz y Diego Santana, la hacen de varios personajes a la vez en una misma escena, participan como utileros moviendo la escenografía y hasta contribuyen a la musicalización. Un intérprete que toca el bajo electrónico, como un toque de ambientación campestre del Sur de Estados Unidos, también interactúa con los actores. Joc es un intrépido niño huérfano de madre que sufre las golpizas y abusos de su padre alcohólico, así como de los regaños de la estirada viuda Douglas, quien se hace cargo de su educación pretendiendo "civilizarlo" a través de la religión y los buenos modales. En la obra, Joc (sonido en español del diminutivo "Huck", en inglés) está representado por una pequeña marioneta de madera con sombrero de paja y overol, la cual es manipulada por los tres actores en distintos momentos. Después de desaparecer del pueblo haciéndose pasar por muerto, se encuentra con el esclavo afroamericano Jim, quien se fugó de la en casa de la viuda, y al que Joc le juega bromas aprovechándose de su ingenuidad. Jim es un "frankenstein" hecho de una máscara, brazos de madera y cuerpo de acordeón. Ambos personajes emprenden un viaje de escape hacia el Norte, donde ya se había abolido la esclavitud, para evitar que el hombre vuelva a ser vendido. El montaje aborda el dilema moral del pequeño Joc, quien se debate entre hacer lo que dice la ley y reportar Jim, o ayudarlo. Aunque está dirigido a niños de ocho años en adelante, la mayor parte del público que acudió era adulto. La dirección corrió a cargo de la actriz Jacquelin Serafin y es un proyecto del colectivo La Liga, Teatro elástico. EL INFORMADOR / BRENDA RAMOS