Guillermo Martínez era maestro en una preparatoria privada en Guadalajara. Fue despedido ante la crisis detonada por la pandemia. “Bajó la matrícula” y no pudieron pagarle, y como no encontró trabajo, comenzó a vender ropa entre todos sus familiares y amigos.Según el último estudio del Inegi, los jaliscienses sin trabajar y en busca de empleo fueron 4.1% de la Población Económicamente Activa en el cuarto trimestre de 2020, un porcentaje mayor al 3.2% reportado en el mismo periodo del año anterior.La población desempleada se ubicó en 156 mil personas; o bien, se sumaron 33 mil jaliscienses en esa situación en el último año, como efecto de las crisis sanitaria y económica.Los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del cuarto trimestre de 2020 revelan que en México disminuyó la población económicamente activa, al pasar de 57.6 millones a 55.9 millones de personas (una disminución de 1.7 millones de ciudadanos). Se trata de las personas que se encuentran en la etapa de la vida laborable o productiva.Entre los cambios más importantes comparados con el mismo periodo de 2019 destacan la caída en la ocupación en el sector terciario, principalmente en los restaurantes y los servicios de alojamiento, así como en los servicios diversos. También por la pérdida de empleos de tiempo completo, la disminución de la ocupación en los micronegocios y en las condiciones de informalidad, además de un aumento de la desocupación y la subocupación, destaca el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).Por su parte, el nivel de desocupación es menor en los mercados de trabajo rurales comparados con los mercados urbanos, los cuales presentan un mayor grado de desarrollo y también de diversificación de las actividades productivas.En Jalisco, el turismo, que incluye los servicios de alojamiento, representó el 8.8% del Producto Interno Bruto (PIB) estatal en 2019; sin embargo, ha sido de las actividades económicas más afectadas por la pandemia del COVID-19 el año pasado. De acuerdo con el Segundo Informe del Gobierno estatal, abril de 2020 fue el mes más crítico para este sector. “Ante la presencia del virus SAR-CoV-2, la única certeza que se tiene es que las condiciones de higiene y salud serán permanentes y modificarán las prácticas turísticas como las conocíamos antes de la pandemia”, destacó la autoridad estatal.Subrayó que las medidas para reducir el riesgo de contagios serán un elemento fundamental para que las empresas y los destinos sean competitivos. “La recuperación será lenta y los turistas preferirán los destinos que implementen las mejores prácticas”.La tasa de condiciones críticas de ocupación en materia de ingresos y horas trabajadas fue de 23.5% a nivel nacional. Este indicador se refiere al porcentaje de la población ocupada que se encuentra trabajando menos de 35 horas por semana por razones de mercado, además de la que trabaja más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo, y la que labora más de 48 horas semanales ganando hasta dos salarios mínimos.Se omitió la comparación con el año previo por el cambio en los niveles del salario mínimo.Por Entidad federativa, Chiapas reportó el porcentaje más elevado (44.4%), seguido de Tlaxcala (33%) y Puebla (28.9%).Por su parte, Nuevo León tiene 10.9%, Sinaloa reporta 11.8%, Jalisco y Querétaro con 12.9%, con los niveles inferiores de ocupación en situación crítica en materia de ingresos y horas trabajadas.De acuerdo con el Inegi, en las localidades urbanas, los indicadores están relacionados con un grado de desarrollo mayor del mercado de trabajo, como son las tasas vinculadas a la búsqueda de trabajo o el empleo asalariado.“En cambio, en mercados de trabajo menos desarrollados, las relaciones de trabajo asalariadas están menos extendidas y las tasas vinculadas a las condiciones laborales como la informalidad laboral o la de condiciones críticas de ocupación, son más relevantes para explicar la situación de la ocupación y el empleo en localidades rurales o con menor grado de urbanización”.• La tasa de desocupación o desempleo aumentó 1.2 puntos porcentuales al pasar de 3.4% a 4.6% en el promedio nacional.• Es la población que se encuentra sin trabajar, que está disponible o que estuvo buscando trabajo en el último mes.• En términos absolutos, la población desempleada fue de 2.5 millones de personas en México, monto superior en 607 mil personas comparado con el cuarto trimestre de 2019, o un aumento anual de 31.3 por ciento.• Por primera ocasión, Quintana Roo encabeza el desempleo, con una tasa de 8.4%, desbancando del primer lugar a Tabasco (8%).En niveles de informalidad, Jalisco tiene un porcentaje de 47.1%, lo que significa que la Entidad está en el lugar 21 en el país. A nivel nacional, el promedio es de 55.59 por ciento.Este indicador se refiere a que, del total de la población ocupada en México, más de la mitad lo hace en el sector informal, lo que significa que son laboralmente vulnerables por la naturaleza de la unidad económica para la que trabajan, o aquellos cuyo vínculo o dependencia laboral no es reconocido por su fuente de trabajo. Y no tienen prestaciones laborales.Esto quiere decir que incluye a la población que labora en el sector informal y, además, a la población que está en otras modalidades similares, como son los ocupados por cuenta propia en la agricultura de subsistencia, así como las personas que laboran sin la protección de la seguridad social y cuyos servicios son utilizados por unidades registradas.Las Entidades de la frontera Norte son las de menor informalidad: Nuevo León (35.5%), Coahuila (36.6%) y Chihuahua (37.2%). En contraste, Chiapas, Guerrero y Oaxaca tienen mayor informalidad, con 76.4%, 77.2% y 78.5%, respectivamente.Por ciudad, Tlaxcala y Acapulco son las que tienen mayores niveles de ocupación informal. Y las que tienen una menor tasa son Chihuahua y Ciudad Juárez.El último diagnóstico del mercado laboral de Jalisco, realizado por la Secretaría del Trabajo Federal, indica que antes de la pandemia, los sectores más dinámicos entre 2015 y 2019, en cuanto al crecimiento de la población ocupada, fueron el comercio, los corporativos, los servicios de esparcimiento, los servicios inmobiliarios, los servicios profesionales, los servicios de alojamiento, los alimentos y las bebidas, así como la industria manufacturera.En cambio, la agricultura, ganadería, silvicultura, pesca y caza, las actividades gubernamentales, los servicios de información en medios masivos y los servicios educativos menguaron su dinamismo.El comercio al por menor era el sector que más personas ocupadas concentraba en Jalisco, con preponderancia en 106 de los 125 municipios, mientras que en otros 16 fue la industria manufacturera y en los tres restantes, los servicios de alojamiento, alimentos y bebidas. En el caso de los servicios de alojamiento, estos se concentraron en Puerto Vallarta, La Huerta y San Sebastián del Oeste.Pero al descomponer la estructura sectorial del empleo formal por municipio, “la presencia de la industria de la construcción, de los servicios sociales y comunales y de la agricultura, ganadería, agricultura, silvicultura, pesca y caza se incrementó, mientras que la del comercio disminuyó. Lo anterior sugiere que una mayor proporción de los empleos en estos sectores es formal, en comparación con el comercio que reduce su presencia”.Ante la crisis generada por la pandemia por el COVID-19, la economía mexicana se desplomó 8.5% el año pasado, la mayor contracción desde la depresión económica de 1932, de acuerdo con la estimación oportuna del Producto Interno Bruto (PIB) realizada por el Inegi.Lo anterior trajo como consecuencia el cierre y quiebra de muchas empresas, principalmente pequeños y micro establecimientos.• El porcentaje de la población en pobreza laboral, con un ingreso laboral inferior al valor de la canasta alimentaria, repuntó al cierre del año pasado para ubicarse en 40.7%, una tasa superior al 37.3% reportado un año antes, informó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).• Entre los factores que explican el incremento están la disminución anual de 2.5% en el ingreso laboral y el aumento de las Líneas de Pobreza Extrema por Ingresos (valor de la canasta alimentaria). Ambas variaciones mayores a la inflación anual.Sigue #DebateInformador, participa en Twitter en el debate del día @informadorCrisis económicaJL