Perdió. Ernesto deslizó su dedo por la pantalla del celular y contestó al número desconocido que se mostraba en ella. Un grave error.Lo primero que recibió fue una amenaza de muerte. Luego le informaron que sus padres habían sido secuestrados. Enseguida lo obligaron a encerrarse en un motel y, sin saberlo, le dio a quienes se hallaban al otro lado de la línea las pruebas que necesitaban para que sus padres les hicieran un cuantioso depósito por él. Por “su libertad”.Ernesto y su familia no sólo cayeron en una extorsión telefónica, sino en un verdadero montaje en escena que repercutió a tal nivel, que los delincuentes incluso lograron engañar a un taxista que tuvo la mala fortuna de cruzarse en su camino, y lo convirtieron en el chofer que recogería el sobre de una quinta víctima.Con mucha labia y un plan perfectamente elaborado, los extorsionadores lograron que cinco víctimas cayeran en su treta.De acuerdo con datos de la Fiscalía estatal, las extorsiones telefónicas en Jalisco bajaron 40% en los últimos cinco años. De 517 víctimas contabilizadas en 2015, el indicador pasó a 377 el año pasado.Esa realidad ha motivado a los delincuentes a “innovar” en sus estrategias de extorsión para poder mantenerse de esa actividad ilegal. El caso de Ernesto, que consistió en un verdadero montaje, es una prueba de esa evolución en las prácticas delictivas.La autoridad estatal recuerda a los ciudadanos que, de ser posible, eviten contestar a números telefónicos no identificados. Y si lo hizo y recibe amenazas, promesas de regalos inesperados o gritos de auxilio de “familiares”, cuelgue de inmediato y denuncie a la línea 911.Que matarían a su familia si no los atendía. Con esa amenaza lo sacaron de su casa aquel lunes por la mañana. Ernesto respondió a un número telefónico desconocido y la voz del otro extremo le ordenó que saliera, pues lo tenía vigilado. Peor aún: le afirmó que, de ignorarlo, actuaría de inmediato contra sus seres queridos.El individuo aquel lo convenció de que tenía secuestrados a sus padres, por lo que no fue difícil obligarlo a caminar durante horas, no sin antes pedirle que comprara otro teléfono en una tienda de conveniencia para marcarle al nuevo número. El otro tenía que ser apagado y debía deshacerse del chip.Mientras atendía las indicaciones, los delincuentes ya le habían sacado datos de su familia. Nunca supo que todo lo que le decían era un engaño. A la par, en otra llamada, los cómplices del supuesto secuestrador “negociaban” el rescate de Ernesto. A su familia también la convencieron de que a él lo tenían cautivo. Era una jugada doble.Todo sucedió por teléfono. Los delincuentes le pidieron que se metiera a un motel ubicado en la avenida Vallarta —donde se quedaría hasta que ellos se lo indicaran— mientras le pedían que mandara imágenes. Esas fotografías luego las recibieron sus familiares.Por la tarde, los padres de Ernesto fueron a una tienda departamental a depositar 20 mil pesos. Cuando cayó el dinero, le pidieron a él que saliera, tomara un taxi y se fotografiara. Reenviaron la imagen a sus padres, asegurándoles que “ya lo llevaban de vuelta”. Colgaron y ya no tuvieron más contacto.Allí terminaron con ellos, pero a Ernesto le sacaron todo cuanto pudieron. Hicieron que el viaje en taxi tuviera paradas en el banco. Hasta el taxista resultó involucrado.Porque, con el miedo de saberse vigilado en cada momento, su víctima les dio hasta las placas y el modelo del taxi que abordaba. Allí le pidieron hablar con el chofer.—“Pásame al taxista. Le vas a decir que somos del cártel y que queremos hablar con él”.—Señor, están hablando del cártel. Quieren hablar con usted. Hágales caso, nos tienen ya ubicados.Con su labia, los delincuentes hicieron que el taxista se dirigiera a un fraccionamiento en Zapopan, donde recogió un sobre que le dio una mujer.Esa mujer era otra víctima. Ella estaba dentro del montaje y a ella le habían indicado el taxi específico que llegaría por el dinero. La cantidad se fue íntegra a la tienda departamental donde, rato atrás, los padres de Ernesto habían depositado 20 mil pesos “para que lo liberaran”.El viaje de Ernesto terminó después del sobre. Le ordenaron que bajara del taxi y regresara “como pudiera” a su casa. El teléfono se lo quedó el conductor, quien debía continuar con lo que los “miembros del cártel” le habían pedido.La extorsión que hicieron a la familia de Ernesto es conocida como “secuestro virtual”. Por medio de una llamada de tres partes, los delincuentes incluso lograron sumar al taxista, quien trasladó al joven para recoger y depositar el dinero que le quitaron a otra víctima. El circo armado logró que, en una sola treta, cuatro personas resultaran afectadas.Las campañas de concientización en la Entidad han funcionado y cada vez menos ciudadanos caen en las garras de los extorsionadores. Pero ante esa “baja” en sus ingresos, los delincuentes han evolucionado en sus estrategias para engañar a las personas, y ahora las nuevas víctimas son los empleados domésticos.Una de las nuevas modalidades de extorsión en Jalisco centra su atención en quienes atienden líneas fijas en casas y establecimientos y que, por lo mismo, acostumbran a atender llamadas de personas que no conocen.System Security, una firma dedicada al análisis de la seguridad en la Entidad que eligió ese nombre ficticio para mantener su perfil bajo, compartió que sus analistas han detectado un sistema de extorsión que bautizaron “la patrona en problemas”. Éste consiste en llamar a teléfonos de casas ubicadas en zonas de alta plusvalía, entre las 09:00 y las 14:00 horas, cuando el personal se encuentra solo.Al ser atendidos, le dicen a su interlocutor que su patrón o patrona está en problemas porque tuvo un choque o accidente, mientras a lo lejos una voz femenina, la supuesta “patrona”, le pide ayuda para salir pronto del problema y regresar a casa o “ir por los niños a la escuela”.“Les dicen que su ‘patrona’ pidió un sobre o una caja que está en el clóset. Como es un invento, el personal no va a encontrar nada pero comenzará a dar información sobre otras pertenencias que haya hasta que dé con algo de valor: estuches con dinero, alhajas o hasta cajas fuertes. Entonces la ‘patrona’ va a pedirle que se lo envíe en un taxi ejecutivo (que realmente es un vehículo de los cómplices), cuyos datos le proporciona para que confíe y mande lo que encontró”, explicó uno de los investigadores.Abraham Torres Díaz, director del área de Extorsiones de la Fiscalía estatal, confirmó esta nueva modalidad. Sin embargo, debido a que en él no se obliga a ceder algún bien, sino que éste se entrega por voluntad propia, la medición de este ilícito se va al indicador de fraudes.En los últimos cinco años, las denuncias por extorsión telefónica bajaron notablemente en Jalisco. Según la Fiscalía estatal, en 2019 se abrieron 377 investigaciones por ese delito: 40% menos que las 517 de 2015. Sin embargo, los fraudes incrementaron 16% en el mismo periodo, de acuerdo con datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública, que no deja claro cuántos de esos ilícitos se cometieron por teléfono.El director del área de Extorsiones de la Fiscalía, Abraham Torres Díaz, recomienda a los ciudadanos no compartir imágenes íntimas con terceras personas, pues esa situación regularmente puede desembocar en un chantaje o extorsión.“Esto lo hemos detectado principalmente en jóvenes y adolescentes, quienes se mandan imágenes de contenido sexual, pero (el delito que se comete en su contra) no es una extorsión telefónica; es un chantaje. Suelen enviarse estas imágenes dentro de alguna relación de noviazgo y después de que terminan, quien posee las imágenes pide alguna cantidad de dinero para no exhibirlas o compartirlas. Es muy importante prevenir esto, porque este fenómeno está creciendo”. El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) no especifica los distintos tipos de extorsión, por lo que oficialmente no existe una medición en la incidencia de este delito, pero de acuerdo con sus datos estadísticos de 2019, Jalisco es la tercera Entidad con más mujeres víctimas de extorsión: 320.En primer lugar se colocó el Estado de México, con 791 denuncias, y en segundo la Ciudad de México, con 321. En 2018, Jalisco se hallaba en segundo lugar nacional, pero con una cifra 16% menor, pues sólo se contabilizaron 271 víctimas.Bajan. De acuerdo con datos de la Fiscalía estatal, si bien en Jalisco desde 2015 y hasta octubre de 2019 habían sido detenidas 13 personas por encontrarlas presuntamente relacionadas con el delito de extorsión telefónica, sólo una de ellas fue sentenciada en 2016. El encargado del área de Extorsiones, Abraham Torres, no explicó por qué la cifra de sentencias es tan baja, pues “no puede hablar sobre el trabajo de sus antecesores”.Excepción. No obstante, el funcionario añadió que desde su llegada a la dirección, en abril de 2019, y hasta la fecha, pudieron trasladarse a dos personas desde Tamaulipas al encontrarlas presuntamente relacionadas con ese delito, “y están a punto de ser condenadas mediante un procedimiento abreviado”. Son un hombre y una mujer ligados con cuentas bancarias en las que las víctimas de Jalisco hacían depósitos.Pendientes. Añadió que en su Dirección hay 12 órdenes de aprehensión por cumplimentar, y añadió que “podríamos suponer que todas las llamadas provienen de determinado reclusorio, pero en este sentido resulta complicado, no sólo para Jalisco, sino en general, el poder detener a quienes hablan, porque ellos se encuentran dentro de otros penales. No nos queremos quedar con las manos detenidas y por eso estamos buscando e identificando a quienes son también copartícipes”.A NIVEL FEDERALAprueban crear una base de datos contra estos crímenesEn diciembre, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, informó que fue aprobada la creación de una línea telefónica en la cual se puedan denunciar los números desde los cuales se realizan extorsiones telefónicas.Su fin es crear una base de datos nacional que ayude a reducir las extorsiones, pues las líneas desde las que se cometen los delitos estarán exhibidas y bajo investigación.La base de datos incluirá la lada y teléfono, el día, lugar y hora en el que ocurrió la extorsión, la cuenta bancaria proporcionada por el presunto extorsionador a la víctima y la forma de operación del presunto extorsionador. ¿DÓNDE DENUNCIO?Solicite ayuda a la FiscalíaSi recibió una llamada de extorsión y cayó en ella, es importante que no borre el número ni se deshaga de la cuenta a la cual depositó, pues son datos relevantes para localizar a los responsables. Marque al número 911, que lo enlazará de manera directa a la Dirección de Extorsiones, o al teléfono de dicha área: 333-6622-368. También puede acudir a presentar su denuncia en las instalaciones de la Fiscalía del Estado en Calle 14 número 2550, colonia Colón Industrial, en Guadalajara, las 24 horas del día, los siete días de la semana.De enero a noviembre de 2019, el Sistema de Reinserción Social del Estado detectó a 11 personas en prisión con uno o más teléfonos celulares, según la Unidad de Transparencia de la Coordinación General Estratégica de Seguridad del Estado.Siete de esas personas privadas de su libertad se encontraban en la prisión de Puerto Vallarta; a otras tres les encontraron los equipos en el reclusorio Metropolitano y la última se hallaba en la comisaría Preventiva.Según se informó, la sanción para los internos sorprendidos en posesión de teléfonos fue de entre cinco y 15 días de aislamiento. La Coordinación de Seguridad aseguró que a ninguno de ellos se le sorprendió mientras hacía llamadas de extorsión.El director del área de Extorsiones de la Fiscalía estatal, Abraham Torres Díaz, expuso que las llamadas que reciben los jaliscienses no se efectúan desde el Estado de Jalisco, sino de otras entidades. Explicó que en su unidad cuentan con un centro de llamadas a través del cual se recaban los reportes diarios de orientación, y mediante ellos es como se ha verificado que los números no son locales.“Tenemos plenamente identificados y monitoreados los números que ingresan. Con base en un protocolo especial se logra identificar que las llamadas llegan desde Tamaulipas, la Ciudad de México o el Estado de México. Desde ahí se generan todas estas llamadas; ninguna ha salido de nuestro Estado”, aseguró.TIPOS DE EXTORSIÓNFamiliar en peligroEl delincuente afirma que tiene secuestrado a algún familiar y amenaza con hacerle daño en caso de no depositarle dinero a una cuenta. Del otro lado hay una persona que finge ser ese familiar y “suplica” que pague para que no le hagan más daño. “Somos del cártel”El criminal se hace pasar por un integrante de algún grupo delictivo y amenaza con mantenerlo vigilado o hacerle daño a su familia para que le deposite dinero. En ocasiones utilizan objetos comunes como cierto tipo de vehículos, canceles o personas, para tomarlos como referencia y hacerle creer que están cerca.Denuncia anónimaEs similar al anterior. Los delincuentes llaman para hacerle creer que son integrantes de algún grupo delictivo y que recibieron “el pitazo” de que usted los denunció. Cuando la víctima comienza a asustarse, los supuestos sicarios le ordenan que les deposite dinero a manera de “disculpa”, o para hacerle creer que no le harán daño pese a que “los ha delatado”.Secuestro virtualAntes de comenzar a operar, aíslan a un integrante de la familia para después extorsionar al resto. Suelen interferir sistemas de mensajería como WhatsApp o Facebook a través de los cuales solicitan información de la primera víctima, a la cual enganchan para así hacer creer a su familia que todos están en verdadero peligro.TIPOS DE FRAUDELlamada de “la patrona”Hacen creer al personal de servicio que “su patrona” ha tenido un problema, por lo cual deben buscar entre sus pertenencias cierto tipo de objeto donde guardan dinero. Engañados, los trabajadores brindan más información sobre lo que encuentran y después les piden que envíen todo en algún vehículo que los mismos delincuentes previamente han mandado.El sobre amarilloSimilar a “la patrona”, aunque generalmente las llamadas se dirigen a empleados de distintos establecimientos y negocios. Los delincuentes convencen a la víctima para que les deposite cierto dinero o incluso de que les entreguen papeles importantes.“¡Se ganó un premio!”Los delincuentes hacen creer a la víctima que ha ganado algún premio, pero antes de poder entregárselo usted debe depositarles cierta cantidad de dinero a alguna cuenta en específico. Luego de que se aseguran de tener el dinero, le aseguran que el premio está en camino.Corroborar datosFingen ser trabajadores de alguna institución bancaria o de telefonía, y a través de esa llamada pretenden extraer datos de los teléfonos o tarjetas bancarias para, después, cometer robos de información, de identidad y hasta retiros no autorizados.