Mientras esperaba para recoger a su hijo del colegio, una unidad del transporte público golpeó su auto y se fue. “Pero le tomé una foto a la placa”, cuenta Karla López.Luego se comunicó con un amigo, quien llamó a la Secretaría del Transporte y le respondieron que el pago podría tardarse hasta dos años, “si es que lograba comprobarlo”.Lo anterior provoca una cifra negra en este tipo de accidentes.Por otra parte, el vehículo de Paola Martínez recibió un golpe mientras circulaba sobre Avenida Tonalá en julio pasado. Aunque esperaron dos horas para que llegara el ajustador de la mutualidad responsable, “nunca llegó alguien de la Policía Vial o de la Secretaría de Movilidad, a pesar de que estaba en una calle concurrida deteniendo el tráfico”.A Paola no le dio confianza el seguro de la mutualidad. Recibió un pase a un taller en donde los autos son revisados en la calle, por lo que decidió llevarlo a la agencia. Le cotizaron la reparación de nueve mil a 12 mil pesos. Al final, la mutualidad sólo le dio cinco mil 500.Desde hace años, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) previene por las prácticas inadecuadas en el aseguramiento de las unidades de transporte público. Pero las asociaciones denominadas mutualidades no están reguladas por la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF) ni por la Condusef. Esta última no puede atender las quejas y sólo regula a las “Sociedades Mutualistas de Seguros”, que son distintas.Miguel Ángel Sánchez, director de Transporte de Pasajeros de la Secretaría de Transporte (Setran), informa que se tienen registradas siete mutualidades como asociaciones y concentran 70% del parque vehicular (cinco mil 100 camiones en la metrópoli). El resto es con otras instituciones de seguros.Fernando Manuel Soto Casillas, director administrativo de la Mutualista (Mutjal), reconoce que no están regulados por algún organismo nacional. Y cuando hay quejas ante la Setran, sólo acuden para revisar los casos. Hay lagunas para vigilar la operación de éstas y cumplimiento para responder a los accidentes del transporte público.En julio pasado, Paola Martínez circulaba en medio del tráfico sobre avenida Tonalá. En uno de los momentos en los que los vehículos comenzaron a moverse, una unidad del transporte público de la Ruta C-122 golpeó su automóvil. Esto provocó que la cajuela de su auto ya no cerrara.“El camión me pegó por atrás. Mi carro está chico y con el golpe se sintió muy fuerte. Le hablé a mi seguro, que llegó en menos de 20 minutos y levantó la información. El seguro del camión, entre comillas, tardó como dos horas en llegar”.Su asegurador le explicó que el transporte público opera con una mutualidad, “donde pagan a una cooperativa, pero su seguro no está dado de alta en el organismo (Comisión Nacional de Seguros) donde todos los seguros se deben de registrar. Y el seguro de tu coche no puede hacer trato con una entidad que no está registrada ante ese organismo”.Ante el desconocimiento en este tipo de casos, aceptó un arreglo con la mutualidad de la ruta.El ajustador de la mutualidad le dio un pase a un taller mecánico. “No quería que me arreglaran ellos mi auto porque es nuevo, lo acabo de sacar de la agencia, y no quiero que en cualquier taller me arregle el coche”.Acordaron que lo llevaría a la agencia para valorar los daños y luego acudir al taller de la mutualidad para el mismo procedimiento.En la agencia le hicieron dos presupuestos: uno, cambiar la pieza con un costo de 12 mil pesos. Y la reparación costaba más de nueve mil pesos.Acudió al taller para cotizar la reparación, pero eso le preocupó más. “Los coches los dejan en la calle, por eso no me dio confianza”.Ese día regresó por su vehículo. Le respondieron que sólo le podían dar tres mil 500 pesos. Martínez no estuvo de acuerdo.Luego se comunicó con un amigo que es abogado, quien se encargó de negociar con la mutualidad. Tras esto se acordó que el monto subiría a cinco mil 500 pesos. “Me tocó pagar lo demás en la agencia”.El taller de la mutualidad se ubica en colonia Linda Vista, en Tlaquepaque. Este medio se comunicó con MutuElite para solicitar una entrevista sobre el tema, pero sólo pidieron los datos y aseguraron que regresarían la llamada, mas no se comunicaron. PUNTEOTESTIMONIOEn agosto de 2019, mientras circulaba en su bicicleta sobre Pedro Moreno, entre Marsella y Chapultepec, una integrante de los colectivos Bicicleta Blanca y Femibici fue golpeada por una unidad de la Ruta 629. Aún no hay una resolución de su caso con la mutualidad.Cuenta que el camión pasó tan cerca de ella que alcanzó a golpearla y provocó que cayera al pavimento. “Me fracturó el codo, me lo destruyó. El conductor siguió su camino”.Fue auxiliada por testigos y luego fue trasladada a la Cruz Roja más cercana donde le brindaron las primeras atenciones. En ese espacio acudió a entrevistarla una persona del Ministerio Público.De ahí la trasladaron a la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en donde estuvo internada a la espera de una cirugía, que tardó casi un mes. En ese lapso, sus familiares recibieron la visita de un representante de la mutualidad.Comenta que no llegaron a un acuerdo porque el ofrecimiento era trasladarla a un hospital para hacerle la cirugía, aunque no tenían nada resuelto. “No nos supieron decir ni qué día sería la cirugía”.Ella y su familia investigaron sobre la propuesta y no se sintieron seguros. “Les recomendé un par de hospitales que me recomendaron muy buenos en cirugía ortopédica y trauma, pero me dijeron que no, que tenía que ser el que ellos decían”.Por ello decidió quedarse en el IMSS. El representante de la empresa le contestó que era lo único que ofrecerían y “ahí quedó”.La afectada duró cinco meses con incapacidad y en terapia. “Después comencé a trabajar con uno de los abogados que me recomendaron”.Añadió que debido a la pandemia el proceso legal se desarrollaba muy lento. “Al punto que casi perdemos la esperanza”.Los abogados con los que cuenta actualmente, dijo, lograron algunos avances. “Espero que en octubre se dé un fallo”.DATODENUNCIASEn julio pasado, el vehículo de Carlos Enríquez fue golpeado por un camión mientras circulaba sobre Periférico. Aunque el choque no fue aparatoso, sí se dañó la defensa.“El conductor quería irse”, pero se logró que permaneciera en el lugar y ambos llamaron a sus seguros.El representante de la empresa mutualista le dio un pase a un taller y le dijo que tenía 15 días para hacerlo valer. “Leyendo las letras chicas, te dice que son tres días. Fui al taller, pero para mí es una finta de taller”.Previamente, cotizó la reparación en otro establecimiento y le costaba dos mil pesos. “Sólo me dieron 800 pesos (la mutualidad). No te dan recibo, no te quieren expedir nada. Acepté el dinero porque era lo único que podía recuperar”.Fernando Manuel Soto Casillas, director administrativo de la Mutualidad del Transporte de Jalisco (Mutjal), declaró que cuentan con talleres de auxilio. “Cuando les damos una orden de reparación, les decimos: si no te satisface el taller, te damos el dinero y tú lo reparas donde tú quieras”.Argumentó que los terceros siempre llegan con cotizaciones muy elevadas, “si es un raspón quieren que les cambien las piezas. Ahí son talleres de laminados, no son cambia piezas. Si se requiere cambiarla, se le cambian las piezas”.Añadió que no pueden pagar lo que las agencias cotizan. Y por lo regular, los afectados no aceptan la cotización que se les hace en los talleres de la mutualidad. “Quieren siempre más”.Soto subrayó que también tienen talleres para reparar los camiones. Y cuando los particulares son responsables del percance, también cuestan menos si se compara con las agencias.Informó que Mutjal está registrado desde 2001 ante la Secretaría de Transporte y tiene afiliadas mil 300 unidades del transporte público, como 380, 619, 629, 622, 645 y 615, entre otras. Previo a la conformación de las ruta-empresa, contaban con mil 054 afiliados. Cuando tenga un percance con este tipo de unidades, verifique que la empresa con la cual está asegurada sea una entidad financiera autorizada y registrada. Lo puede revisar en la página electrónica www.condusef.gob.mx.En caso de que tenga asegurado su automóvil, insista con su ajustador que él tiene la responsabilidad de que atiendan el daño material o personal, y que sea su compañía de seguros la que le garantice la reparación de su vehículo, así como la atención médica si se requiere.En caso de que se vea envuelto en un percance y la otra persona cuente con una cobertura de una mutualidad, trate de contar con la certeza de que le van a pagar. Si es necesario, acuda al Ministerio Público, ya que no se trata de instituciones financieras autorizadas. SABER MÁSGUÍALa Condusef informa a la población acerca de las características de las asociaciones denominadas “mutualidades” y de las “sociedades mutualistas de seguros”, a fin de que conozcan su manera de operar y eviten ser sorprendidos.En un documento publicado por el organismo se informa que se conoce como “mutualidad” a las asociaciones de personas que sin dar pólizas o contratos, conceden a sus miembros coberturas en caso de muerte, beneficios en los de accidentes y enfermedades o indemnización por daños (principalmente de automóvil), entre otros.Se aclara que las “mutualidades” no son reguladas por la Condusef, por lo que una queja debido a la falta de cumplimiento con un tercero no puede ser atendida por esta Comisión.Por otro lado, las “sociedades mutualistas” son instituciones financieras que requieren de autorización para operar de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF), quien además las supervisa, por lo que la Condusef sí puede atender la queja ante un incumplimiento para con algún usuario afectado.Según el Reglamento de la Ley de Movilidad y Transporte de Jalisco, en el Artículo 164 del Título Octavo “de la póliza o constancia de seguro vehicular”, Capítulo único “de las coberturas según el tipo de vehículo”, se establece que, para efectos de la póliza o constancia de seguro señaladas en este reglamento, deberán ser expedidos por una institución de seguros o sociedad mutualista de seguros constituida en términos de la ley de la materia y autorizada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.En el Artículo 36 se indica que, con la finalidad de obtener su inscripción ante el Registro Estatal, las personas jurídicas deberán reunir los siguientes requisitos: Tratándose de personas jurídicas que constituyan los concesionarios del transporte público, para la inscripción sociedades mutualistas de seguros, como tal, además de los documentos mencionados anteriormente, deberán presentar: Autorización expedida por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y dictamen favorable extendida por la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas.Sigue #DebateInformador¿Qué opina del servicio del transporte público?Participa en Twitter en el debate del día @informadorSi te interesó esta noticia y quieres saber más, entonces descarga y descubre INFORMAPlus, la aplicación digital de EL INFORMADOR, en donde tenemos contenidos exclusivos, seleccionados por nuestros editores, para darles una experiencia más completa a los lectores.Descarga la aplicación y pruébala GRATIS por treinta días.Para iOS: https://apple.co/35jaVgb Para Android: https://bit.ly/3gwVSEVSi eres suscriptor de EL INFORMADOR tu acceso está incluido, solicítalo al 33 3678-7777.