Magnolia, Cira, Toshi e Isabel fueron algunas de las 315 residentes del centro para ancianos The Palace Renaissance & Royal, de Miami, que este sábado vieron por primera vez a sus familiares en casi dos meses por culpa de la pandemia del SARS-CoV-2, aunque lo hicieron a distancia.Más de un centenar de vehículos de familias desfilaron por el aparcamiento de la residencia, mientras los residentes con sus mascarillas saludaban entre lágrimas.El reencuentro, que se acogió a las medidas de seguridad marcadas por las autoridades (1.80 de distancia como mínimo), fue organizado con motivo del Día de las Madres, que se celebra este domingo."Llevo más de mes y medio y es el tiempo más largo que he pasado sin verla. Se siente una gran tristeza porque tú quieres estar ahí, abrazarla y compartir con ella", dijo a Efe Bárbara Gutiérrez que, junto a su hija, pudo visitar a su madre Magnolia.Gutiérrez afirmó que esta situación "es muy triste", pero que al mismo tiempo "se siente feliz", ya que hay personas que tienen a sus familiares en otros países y no las pueden ver."Por lo menos aquí la veo un poquito lejos pero la veo. Sé que ella está cuidada y que está bien", remarcó la hija.Magnolia se quiso levantar de la silla para darles un beso, pero los trabajadores del centro la detuvieron.Así sucedió con los 13 miembros de la familia Ferrer, que desde su camioneta saludaron a la abuela Olbia.Entre lágrimas, le mandaron besos desde lejos mientras le gritaban que la echaban de menos y que pronto se podrían "volver a abrazar".El censo de Estados Unidos -que cada diez años hace un conteo de la población- estima que el 20.5 % de esta en Florida tiene 65 años o más, lo que lo convierte al estado en la tercera región más envejecida de todo el país, después de Puerto Rico y Maine (20.7 % y 20.6 %, respectivamente).Las residencias de ancianos son por tanto uno de los focos más vulnerables frente a la pandemia, que este sábado cuantificó en Florida 40 mil 001 casos confirmados y mil 715 muertes.Según las últimas cifras del Departamento de Salud estatal, se han producido un total de 652 muertes de ancianos en este tipo de centros, lo que supone el 38 % de todos los fallecimientos.Afortunadamente, The Palace Renaissance & Royal, en Kendall, al sur de Miami, no ha reportado ningún caso de coronavirus.Según Ricardo Martínez, director ejecutivo, "se están tomando todas las medidas de seguridad", entre ellas prohibir el acceso de familiares."Es muy duro, pero al mismo tiempo hemos tenido contacto con las familias a través de las diferentes plataformas y redes sociales como WhatsApp, FaceTime o Facebook", afirma Martínez.La caravana de coches se extendió durante casi dos horas, por lo que el reencuentro, efímero, supo a poco.Los automóviles desfilaron varias veces frente a los internos, que mostraban con alegría carteles con sus nombres para que la familia los ubicara.La música de banda, tampoco faltó en la fiesta. Tampoco malabaristas y personas que caminaban sobre enormes zancos, los cuales se pasearon a lo largo de la fila de coches para animar a las dos partes por igual.Se desconoce cuándo estas familias podrán volver a abrazarse, aunque todos sueñan con la llegada de ese día y no pierden "la esperanza" de que será en un futuro cercano."Yo creo que esperanza tenemos que tener todos, aunque esto sea una cosa muy dura que estamos pasando. Dentro de unos meses podré está con ella", vaticinó Gutiérrez, la hija de Magnolia.Carlos Giménez, el alcalde de Miami-Dade, con el 35 % de casos de COVID-19 de Florida y que junto a Broward continúa esperando su entrada en la Fase Uno de reapertura, ha solicitado a todos los centros geriátricos del condado presentar informes detallados sobre el estatus del COVID-19.Esto pese a que el estado ya había ordenado a todos los hogares para adultos mayores divulgar dicha información.Giménez anunció el viernes pasado que estudia la posibilidad de que algunos negocios, sin decir cuáles, puedan reabrir el 18 de este mes.JM