El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desató una guerra comercial al gravar las importaciones de acero y aluminio para México, Canadá y la Unión Europea. El secretario de Comercio estadounidense, Wilbur Ross, señaló que esta medida entra en vigor hoy.El secretario de Economía en México, Ildefonso Guajardo, explicó que esa decisión es un “perder-perder” y que nuestro país responderá con aranceles en aceros planos, lámparas, piernas y paletas de puerco, embutidos y preparaciones alimenticias, manzanas, uvas, arándanos y diversos quesos, entre otros productos.Por su parte, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, declaró que la medida impuesta por su homólogo de Estados Unidos es “inaceptable”.Canadá, el mayor abastecedor de acero a Estados Unidos, impondrá aranceles que cubren 16 mil 600 millones de dólares canadienses sobre importaciones desde su vecino, incluyendo whisky, jugo de naranja, acero, aluminio y otros productos.En tanto, la Unión Europea amenazó con imponer impuestos a las motocicletas Harley Davidson y el bourbon, medidas que apuntan a las bases políticas de los legisladores republicanos.En el panorama local, Jalisco también resentirá los estragos de esa guerra de aranceles, particularmente en los precios de dos industrias estratégicas: la automotriz y de la construcción. Daniel Curiel, coordinador del Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco (CCIJ), aceptó que habría pérdida de competitividad en empresas exportadoras y afectaciones al crecimiento económico del Estado.“Es una mala noticia. Estados Unidos decidió unilateralmente y sin tomar en cuenta el Tratado de Libre Comercio (…) Es una situación agresiva hacia un país con el que tiene una relación comercial de toda la vida”, explicó. “Sin duda las afectadas serán a la industria automotriz y de autopartes… y posiblemente la del mueble”.Luis Méndez Jaled, presidente en Jalisco de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), señaló que de cada peso invertido en el sector en todo el país, 45 centavos se distribuyen en toda la cadena productiva. Y de esa cantidad, ocho centavos (o bien, 17.7%) se dedican al consumo de acero y derivados. En síntesis, el sector enfrentará tiempos complicados.“El arancel va a presionar al alza los precios (…) y alterará todos los presupuestos con un incremento en el costo final de las obras”, comentó.Tras la sacudida de esta guerra comercial, el peso subió 30 centavos y cerró en 20.30 por dólar.Incrementos en el costo a mediano y largo plazo de productos como automóviles, viviendas o frutas, serán algunas de las consecuencias de la guerra de aranceles en que están inmiscuidos Estados Unidos, Canadá, México y la Unión Europea.Nahúm Hernández, investigador y maestrante en Ciencia Política por la Universidad de Guadalajara (UdeG) considera que los automóviles mexicanos destinados a exportarse a Estados Unidos serán afectados con alzas, ya que “habrá una reducción en el flujo comercial entre México y Estados Unidos en el sector automotriz, electrónico y otros sectores que dependen del acero y el aluminio”.“El consumidor promedio que va a los supermercados no le va a impactar tanto en su bolsillo, pero si le impactará en la medida en que las empresas no van a tener tanto crecimiento en el mercado mexicano”, complementó Hernández, quien también aduce los aumentos de precios por la depreciación del peso frente al dólar producto de las medidas proteccionistas de Estados Unidos, y la tensión política resultante.El economista Willy Cortez Yactayo, de la Universidad de Guadalajara, añadió que la guerra de aranceles afectará al crecimiento económico a nivel internacional.“El efecto será, por un lado, la reducción significativa del volumen comercial y un aumento de precios generalizados con consecuencias serán para los consumidores, porque el arancel va a significar un mayor precio que tenga que pagar en todas las economías donde se imponga”, consideró.Ante la guerra comercial que arrancó con la imposición de aranceles al aluminio y el acero por parte de Estados Unidos, cúpulas empresariales y expertos consideran que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se ha vuelto más complicado de sacar adelante.“Complica la renegociación, no quiere decir que se acabe el Tratado, pero sí empieza una relación más ríspida y no llegaría rápido un arreglo”, comentó Daniel Curiel, coordinador del Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco (CCIJ).El presidente de la CMIC Jalisco, Luis Méndez Jaled, señaló que el TLCAN se enfriará y resolverá hasta el siguiente año con el nuevo presidente electo de México, pero aceptó que los sucesos actuales impactarán en el desarrollo de las negociaciones.“Es una noticia que nos impacta, que puede generar una guerra comercial y que en los próximos días o meses pueden venir tiempos complicados por las reacciones de ambas partes (Estados Unidos y México) y de los mercados internacionales”.Los aranceles impuestos por Donald Trump son una respuesta a una de las peticiones del mandatario estadounidense para sacar adelante el TLCAN: la imposición de aranceles a la industria automotriz.“Es un medio para obtener otro tipo de ganancia. Él ha dicho que va a aumentar los aranceles a la industria automotriz, y si hace eso, se convertirá en algo peor”, manifestó Willy Cortez Yactaro, economista de la UdeG.Con éstas medidas, los perdedores claros son las industrias que utilizan el acero y aluminio para fabricar sus productos, como la industria de autopartes o la electrónica, recordó el académico.Alerta en el sector agroalimentarioUna consecuencia de los aranceles al acero y al aluminio es la posibilidad de que Trump pueda ahora aplicar barreras proteccionistas al sector agroalimentario, algo que afectaría mucho a Jalisco al ser el principal exportador de alimentos del país.“No quisiera pensarlo, pero podría darse la posibilidad de que algunos productos agrícolas mexicanos sean sujetos a impuestos de importación por Estados Unidos, y eso sí sería realmente preocupante”, comentó Luis Alberto Güemez, de la UP Campus Guadalajara.El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, dio a conocer que el Gobierno de Estados Unidos condicionó esta semana su reunión con el presidente Donald Trump a que aceptara una cláusula para renegociar el TLCAN cada cinco años.Tras rechazar las tarifas impuestas por Estados Unidos al acero y aluminio canadiense y anunciar medidas en represalia, Trudeau explicó que la semana pasada se estaba gestionando con la Casa Blanca una reunión con Trump en Washington para concretar algún acuerdo en las negociaciones para modernizar el Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN).“Le ofrecí al presidente (Trump) ir a Washington junto con la canciller Chrystia Freeland para trabajar en los detalles finales del TLCAN porque creo que hay varias líneas sobre la mesa para alcanzar un decente acuerdo de ganar-ganar-ganar”, dijo Trudeau.El primer ministro canadiense añadió que el martes pasado recibió una llamada del vicepresidente estadounidense Mike Pence, quien le dijo que había una “precondición” para que se sentara a dialogar con Trump: que aceptara la cláusula “Sunset” propuesta por Estados Unidos para terminar el acuerdo cada cinco años.“Le dije que no hay posibilidad de que ningún primer ministro canadiense acepte firmar un TLCAN que incluya la cláusula ‘Sunset’”.NotimexLa Unión Europea (UE) afirmó que también aplicará tarifas “de reequilibrio” a una serie de importaciones de Estados Unidos (EU) en represalia a la decisión del presidente Donald Trump de extender al bloque los aranceles contra el acero y el aluminio, que afectarán igualmente a México y Canadá.La UE denunciará la medida estadounidense ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por juzgar “infundadas” las justificaciones de Trump. “Estados Unidos nos deja sin alternativa a no lanzar un procedimiento de disputa en la OMC e imponer aranceles adicionales a una serie de importaciones “, afirmó el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker.Cecilia Malmström, comisaria europea de Comercio, explicó que se protegerá al mercado europeo de la distorsión comercial que está realizando Trump. Malmström afirmó que hizo “todo lo posible” para que la UE fuera definitivamente exenta de los aranceles y acusó a la Casa Blanca de “intentar usar la amenaza de restricciones comerciales para obtener concesiones” de parte de los europeos.En sus repetidas conversaciones con Washington, la comisaria explicó que la UE estaría dispuesta a discutir mejoras en las relaciones comerciales bilaterales y tratar el tema de los aranceles europeos a los autos estadounidenses. Wall Street cerró a la baja luego que Estados Unidos anunció la imposición de aranceles al acero y al aluminio de la Unión Europea, México y Canadá y sembró el miedo a una guerra comercial.Las acciones estuvieron siempre presionadas por el anuncio del secretario de Comercio Wilbur Ross de que desde la próxima se aplicarán fuertes aranceles a metales provenientes de viejos socios comerciales y políticos de Washington.Las pérdidas se acentuaron cuando el primer ministro de Canadá Justin Trudeau anunció medidas de represalia contra bienes estadounidenses por 12 mil 800 millones de dólares. México también anunció la adopción de represalias y la Unión Europea dijo pronto hará lo mismo.Compañías fuertemente vinculadas al comercio internacional, entre ellas Caterpillar y Boeing, fueron las grandes perdedoras al bajar 2.3% y 1.7% respectivamente.Analistas consideran que las pérdidas resultaron menores a lo que se preveía. “Es cierto hubo que noticias malas pero el mercado las ha tomado bastante bien”, dijo Jack Ablin de la firma Cresset Wealth Advisors.AFPEl peso cerró el mes de mayo con una depreciación de 6.51% equivalente a 1.22 pesos, en un mes donde se esperaba que concluyera la renegociación del TLCAN, y en su lugar inició una guerra comercial entre Estados Unidos, Canadá y México.De acuerdo con Banco Base, la imposición oficial de aranceles sobre la importación de acero y aluminio dificultará que avance la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), lo que hace poco probable que se llegue a un acuerdo antes de las elecciones en México.Lo anterior ocasionó que el tipo de cambio alcanzara ayer un nuevo máximo en el año de 20.30 pesos por dólar, además de que la decisión de Estados Unidos generó reacciones adversas entre los socios comerciales afectados. A este respecto, el gobernador del banco central, Alejandro Díaz de León, expuso que vigilarán la evolución del tipo de cambio, y confirmó que, en caso de ser necesario tomarán las medidas pertinentes.Notimex