Andrés Manuel López Obrador celebró ayer su último Día de la Independencia como Presidente de México con la reforma judicial y los militares como protagonistas, dos de los principales legados de su administración.Antes del acto protocolario que dio inicio a las celebraciones, promulgó su reforma constitucional más polémica: la que restructura el poder judicial para que todos los jueces sean elegidos por voto popular.En el tradicional desfile militar rindió honores a la Guardia Nacional, el cuerpo estrella de su administración que no ha logrado pacificar un país donde los cárteles siguen controlando muchos territorios y los homicidios se han mantenido en niveles preocupantes, en torno a los 30 mil al año.De hecho, varias ciudades de los estados de Sinaloa, Guanajuato, Oaxaca, Chiapas, Guerros y Nuevo León cancelaron las celebraciones por la violencia.A diferencia de otras conmemoraciones o eventos con discurso presidencial, López Obrador dejó que hablaran por él los jefes del Ejército y la Marina, que enumeraron los logros de las numerosas nuevas tareas que les encomendó el mandatario durante su administración, que termina el 30 de septiembre.La multitudinaria celebración estuvo también cargada de emoción para un político amante de las masas. Las pancartas de “Gracias” ondeaban en la principal plaza del país y ni la intensa lluvia desincentivo a miles de estar presentes para despedirlo.Después de la ceremonia, se vio a un López Obrador visiblemente emocionado mientras la gente coreaba “No te vayas, no te vayas”.Las Fuerzas Armadas de México dieron la bienvenida a la futura presidenta, Claudia Sheinbaum (CS), quien asumirá el poder el 1 de octubre, y dijeron estar listas para quedar bajo sus órdenes, durante el último desfile militar del Presidente.Fue un acto en el que Ejército, Marina y Fuerza Aérea destacaron su papel protagónico con López Obrador y defendieron el legado de militarización que entregará a Sheinbaum.Junto con los secretarios de Marina, José Rafael Ojeda, y de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, López Obrador recorrió a pie el zócalo de la Ciudad de México, en medio de la formación de las Fuerzas Armadas, para cumplir con el izamiento de la bandera monumental de la llamada plaza de Constitución.Posteriormente, sobre un vehículo descubierto, el Presidente llevó a cabo el pase de revista a los 15 mil agentes del Ejército, Marina, Fuerza Aérea y Guardia Nacional, para posteriormente presenciar el desfile como Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas.En el acto, tanto Ojeda como Sandoval presentaron un breve informe a López Obrador de las acciones relevantes durante su Gobierno, le agradecieron y posteriormente se dirigieron a Shainbaum para mostrarle su respeto y subordinación.En el marco del desfile conmemorativo en la Ciudad de México, el general de división Jesús Leana Ojeda fue cuestionado sobre la violencia que se vive en Sinaloa, donde casi dos mil miltares están en operativos especiales.Leana Ojeda consideró que el regreso de la normalidad a Sinaloa “depende de los grupos antagónicos” y no de los militares, indicó.Las autoridades estatales ofrecieron al final del desfile en la Ciudad de México una conferencia en la que presentaron su balance de los hechos en la semana. Cuando se le preguntó al general Leana Ojeda sobre el regreso a la normalidad para los habitantes que ya están en crisis, este respondió:“Queremos que sea de los más rápidamente posibles pero no depende de nosotros. Depende de los grupos antagónicos, que dejen de hacer su confrontación entre ellos, y que estén dejando a la población en paz para que viva con tranquilidad”.Sobre si la seguridad depende de los grupos delincuenciales, indicó: “Depende de ellos, ellos son los que quieren hacer las agresiones y son los que están cobrando vidas. Nosotros no, al contrario. Nosotros estamos acá para evitar que ellos tengan confrontación y haya pérdida de vidas”. Durante el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que finaliza el 30 de septiembre, creció la controversia por las políticas de militarización ya que prometió devolver los soldados a los cuarteles, pero fue todo lo contrario. Justificó el uso de los militares en las calles y la esfera pública por seguridad y combate al crimen.