Según la información de la NASA, los agujeros negros son objetos astronómicos con una atracción gravitatoria tan fuerte que no existe absolutamente nada que pueda escapar de ellos, ni siquiera la luz.Las estrellas que son ocho veces más masivas que el Sol explotan como supernovas al final de sus vidas, pero existe la posibilidad de que estas terminen convertidas en un agujero negro. Este proceso es normal y se ha estudiado mucho por los astrónomos, sin embargo, si una estrella omita este proceso y se convierte directamente en un agujero negro es algo sorprendente y raro.De acuerdo con un trabajo de investigación llamado The disappearance of a massive star marking the birth of a black hole in M31, se explica un evento sucedido en la galaxia vecina, Andrómeda, en el que se encontró una estrella masiva que no llegó a explotar como una supernova que, más tarde, se convertiría en un agujero negro.Los científicos llaman a este suceso como supernovas de tipo II, las cuales son explosiones que ocurren cuando una estrella agota todo su combustible y colapsa bajo su propia gravedad. Las supernovas son uno de los eventos astronómicos más brillantes en todo el universo.Además explican que sí es posible que una estrella se convierta en un agujero negro sin explotar como una supernova. Según los expertos, esto sucede debido a que los neutrinos (que son partículas subatómicas) del núcleo de la estrella chocan y se detienen sin reavivarse, por lo que la estrella colapsa y terminado convirtiéndose en un agujero negro sin la explosión característica de supernova.Las supernovas se producen cuando las estrellas viven millones de años y agotan su combustible, o cuando la estrella colapsa bajo su propia gravedad, lo que forma una estrella de neutrones o un agujero negro. GG