Una fuerte tormenta solar provocó que las auroras boreales aparezcan en cielos mucho más al sur de lo habitual.Una eyección de material supercaliente del Sol ocurrida la semana pasada lanzó gases a gran temperatura conocidos como plasma hacia la Tierra a casi 3 millones de kilómetros por hora (2 millones de millas por hora), informó este lunes la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés).La Tierra sintió el impacto de la tormenta el domingo, de acuerdo con la NOAA, y los meteorólogos advirtieron a los operadores de centrales eléctricas y de naves espaciales de la posibilidad de que se produjeran perturbaciones.Se reportaron auroras boreales en partes de Europa y Asia. En Estados Unidos, los observadores del cielo pudieron verlas en Wisconsin, Washington, Colorado, California, Nuevo México e incluso en Arizona. Vieron principalmente un resplandor rojizo en lugar del típico brillo verde."No quiero crear expectativas de que estas cortinas verdes" aparezcan en zonas tan al sur, comentó Bill Murtagh, coordinador de programa en el Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA, en Boulder, Colorado.Aunque las condiciones han disminuido, las auroras podrían seguir siendo visibles en zonas tan al sur como Iowa y Dakota del Sur a última hora de este lunes y el martes temprano si el cielo está oscuro.Cuanto más al norte, mejor será el espectáculo, ya que las partículas energizadas interactúan con la atmósfera más cerca de la superficie de la Tierra, según Murtagh. Cuanto más al sur, la curvatura de la Tierra corta las escenas más deslumbrantes, debido a que las partículas interactúan más arriba en la atmósfera.Murtagh explicó que la contaminación lumínica en Boulder le impidió ver las auroras el domingo por la noche. Pero podría haber más oportunidades a medida que el ciclo solar entre en la fase más activa."Permanezcan atentos, habrá más", señaló.Esta fue la tercera tormenta geomagnética grande desde que comenzó el actual ciclo solar de 11 años en 2019, según la NOAA. La agencia prevé que el ciclo alcance su punto máximo en 2024.CR