El hígado graso es una causa muy frecuente de enfermedad hepática crónica en la población occidental. Por su parte, solamente en México es una de las enfermedades del hígado más frecuentes y menos detectadas en la población.Esta enfermedad consiste en una acumulación de grasa en las células de este órgano, que causa procesos inflamatorios. Se presenta cuando se acumula mucha grasa en las células hepáticas. Aunque es normal tener una pequeña cantidad de esta sustancia en las células, se considera grave cuando se llega a más del 5% de grasa, según Healthline.Vale resaltar que, en la mayoría de los casos, la causa de la enfermedad es la obesidad y un estilo de vida poco saludable, así como inactividad física. Además, según los especialistas de la Clínica Mayo, se puede convertir en una enfermedad hepática más seria, hasta llegar al trasplante de hígado, a la cirrosis e, incluso, al cáncer. Hay que decir que, además de mejorar el estilo de vida, es importante que la gente que lo padece acuda a algunos alimentos saludables y ahí es donde entran en juego las frutas.Jugo de papaya y limón: la papaya tiene mucho que aportar al hígado, ya que sus enzimas (papaína y quimopapaína) y su gran cantidad de fibra favorecen el buen funcionamiento de este órgano y lo mantienen limpio. Además, poseen dos sustancias (cítrico y málico) encargadas de tonificar y estimular al hígado en su proceso de desintoxicación.Ingredientes:Naranja y limón: los componentes de los cítricos como los polifenoles, flavonoles, carbohidratos y aminoácidos han demostrado su alta potencia contra la producción de citoquinas inflamatorias y podrían tener un efecto positivo sobre las disfunciones hepáticas.Melón y menta: esta es una planta medicinal muy utilizada para tratar problemas digestivos, ya que tiene sustancias amargas que ayudan a revitalizar la salud del hígado y de la vesícula, aliviando síntomas como mareos y la hinchazón abdominal, según el portal Tua Saúde.Ingredientes:Preparación:FS