La terapia endocrina combinada con el fármaco utilizado contra el cáncer de pecho Abemaciclib supone un tratamiento de mayor seguridad y mejores resultados percibidos en el tratamiento del cáncer mamario de alto riesgo en sus etapas iniciales, reveló un ensayo clínico internacional en el que participaron miles de pacientes.La investigación, cuyos resultados fueron publicados en la revista Annals of Oncology, y de la que participaron científicos del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada, el Hospital Universitario Clínico San Cecilio y la Universidad de Granada, consistió en un ensayo clínico en fase 3 en el que participaron casi 6 mil pacientes de diferentes países.Los expertos realizaron un seguimiento de 27 meses a pacientes con terapia hormonal con y sin Abemaciclib, con el objetivo de observar los efectos adversos de ambas líneas de tratamiento.En estudios previos en pacientes con cáncer de mama de alto riesgo -con receptores de estrógenos positivos y Her-2 negativo- ya se demostró una mejora clínicamente significativa en la supervivencia libre de enfermedad invasiva con el tratamiento combinado del fármaco y la terapia hormonal.La investigación analizó la incidencia de efectos adversos, su manejo clínico y el desenlace de los mismos en pacientes que tomaron el fármaco, así como la calidad de vida percibida por ellos según los síntomas y otras variables como el peso que tuvieron en su vida estos efectos adversos.Los resultados obtenidos indicaron que combinar el fármaco con la terapia endocrina, a pesar de que puede producir un aumento en la incidencia de efectos adversos, no implicaba que las pacientes sufrieran más complicaciones clínicas.A pesar de que los efectos adversos de este tratamiento fueron mayores en el grupo que recibió el fármaco, se trató generalmente de problemas que solo se detectaron en las analíticas sanguíneas y que carecían de significancia clínica y que se pudieron revertir y gestionar utilizando medicación.