Debido al calentamiento de las temperaturas, desde finales de la década de 1970, la extensión mínima anual de hielo marino en el Ártico ha disminuido de forma acelerada, y un nuevo cálculo estimó una reducción en un promedio de 54 mil kilómetros cuadrados cada año.El análisis de la NASA y el Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo (NSIDC) en la Universidad de Colorado Boulder, muestra que la pérdida de hielo marino es equivalente al tamaño de Maryland y Nueva Jersey combinados cada año durante las últimas cuatro décadas.El hielo marino del Ártico es la capa de agua de mar congelada que cubre mayor parte del Océano Ártico y mares vecinos en invierno. Sin embargo, en las últimas décadas, se ha reducido por el incremento de las temperaturas a un ritmo acelerado en la extensión mínima de verano.En última instancia, entre los problemas que puede generar el deshielo marino del Ártico se encuentra afectar los patrones climáticos del planeta y la circulación de los océanos.De acuerdo con el estudio, el hielo marino del Ártico llegó a su punto más bajo en 2018 el 19 de septiembre y el 23 de septiembre.El análisis de los datos satelitales por NSIDC y la NASA mostró que se redujeron 4.59 millones de kilómetros cuadrados; con este resultado, la extensión mínima de hielo marino en verano ártico de 2018 empató al sexto más bajo de la historia 2008 y 2010."El mínimo de este año es relativamente alto en comparación con el nivel récord que vimos en 2012, pero aún es bajo en comparación con lo que solía ser en los años 70, 80 y hasta los 90", expuso la científica del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland, Claire Parkinson.La agencia espacial estadunidense explicó que este verano, las condiciones climáticas en todo el Ártico han sido una mezcla, pues algunas áreas experimentan temperaturas más cálidas que el promedio.Además de un rápido deshielo, mientras que otras regiones se mantienen más frías de lo normal.No obstante, la extensión mínima de hielo marino en 2018 es de 1.63 millones de kilómetros cuadrados por debajo del promedio de extensión anual mínima de 1981-2010. Las 12 extensiones más bajas han ocurrido en los últimos 12 años.Este 2018 se registró la reapertura de un hoyo de polnya en el hielo al norte de Groenlandia, donde reside el hielo marino más antiguo y más grueso del Ártico. Asimismo, en febrero de este año, apareció una apertura similar en la misma área."Este verano, la combinación de hielo delgado y vientos cálidos del sur ayudó a romper y derretir el hielo marino en la región, reabriendo el agujero", dijo la investigadora de hielo marino de Goddard, Melinda Webster."Esta apertura importa por varias razones; Para empezar, el agua recién expuesta absorbe la luz solar y calienta el océano, lo que afecta la rapidez con que el hielo marino crecerá en el siguiente otoño", indicó.Este fenómeno, detalló la NASA, afecta a las poblaciones de focas y osos polares que dependen de un hielo marino más grueso y cubierto de nieve para cazar.JM