Un 67 por ciento de los trasplantes que se hacen en México (casi unos siete de cada 10) se hacen con órganos de donantes vivos, por lo que persiste una fuerte presión hacia ese sector a falta de donantes cadavéricos.Un donante cadavérico puede ser un individuo con muerte encefálica. Los órganos que se van a trasplantar se mantienen vivos hasta el trasplante mediante técnicas de ventilación artificial y drogas específicas para ello, que permiten que el corazón siga latiendo e irrigando los órganos a ser trasplantados.El especialista en cirugía vascular, Rudolf García Gallont, indicó que la falta de ese tipo de donantes provoca la escasez de órganos disponibles para los pacientes que esperan ser trasplantados en México, al igual que sucede con muchos países en el mundo como Guatemala, de donde es originario.En el marco de su intervención en el XXV Congreso de la Sociedad de Trasplante de América Latina y el Caribe que se desarrolla en esta ciudad, indicó que es necesario empezar a tomar más acciones para disminuir la carga y la presión sobre los donantes vivos y promover la donación cadavérica."Es como decían las abuelitas, no podemos seguir desvistiendo un santo para vestir a otro. La carga sobre el donante vivo es excesivamente grande y así será imposible avanzar hacia una autosuficiencia en la disposición de órganos y por ende acabar con malas prácticas y delitos relacionados con el tema", subrayó.Se ha demostrado que en los países en donde hay una mayor cantidad de donantes y órganos disponibles, se han reducido incluso actividades como el "turismo de trasplantes" o el comercio ilegal de órganos y tejidos, aseguró.Sin embargo, advirtió que esto solo se logrará si existe confianza de la población hacia sus instituciones de salud en el sentido que una familia o persona va a donar, pero que igual habrá respuesta y disponibilidad en caso de que la familia o persona requiera un órgano."Por ello, es importante que haya sistemas transparentes de donación y trasplante y alcanzar acuerdos globales para combatir las malas prácticas de algo que debería resultar de algo maravilloso, como lo es un trasplante", añadió.La gente se animará a ser donante en la medida que haya equidad en la disposición de órganos y la confianza de que los órganos que se donen tendrán un buen destino y no serán utilizados con fines comerciales, reiteró.Durante los trabajos del congreso, en el que participan representantes de unos 24 países latinoamericanos, se dio a conocer que en México hay una lista de casi 23 mil personas esperando ser trasplantadas y más de 15 mil aguardan un riñón.Durante 2018 se realizaron unos cuatro mil 289 trasplantes de diversos órganos y tejidos en hospitales privados y del sector público del país.OB