Tras la publicación en Nature Astronomy por expertos que afirman haber encontrado una señal potencial de vida en lo alto de la atmósfera de Venus, la NASA declaró que confía en la investigación y su proceso de revisión científica; además recordó que dos de sus cuatro misiones tienen contemplado realizar estudios en ese planeta.A través de su sitio oficial, la agencia espacial estadounidense subrayó que no participó en tal hallazgo, sin embargo, creen que los descubrimientos que se han realizado colectivamente implican “un aumento significativo de la probabilidad de encontrar vida en otro lugar”. “Venus está demostrando ser un lugar emocionante de descubrimiento, aunque no había sido una parte significativa de la búsqueda de vida debido a sus temperaturas extremas, composición atmosférica y otros factores”, dijo la NASA.Asimismo, recordó que dos de las próximas cuatro misiones candidatas para el Programa Discovery se centrarán en Venus, al igual que la misión EnVision. Es decir, investigadores ya planean realizar una exploración en Venus, sin embargo, aún no son misiones oficiales y será hasta el 2021 cuando se confirme si se realizarán dichas investigaciones.Se trata de la misión DAVINCI+, cuyo objetivo será investigar la atmósfera del planeta para comprender su origen, evolución y determinar si Venus alguna vez tuvo océanos.Por su parte, la misión VERITAS tendría como objetivo mapear la superficie de Venus para determinar su historia geológica y entender por qué Venus se desarrolló diferente a la Tierra. La última vez que la NASA realizó una misión hacia Venus fue en 1978.Dos telescopios en Hawái y Chile detectaron en las densas nubes venusianas la firma química de la fosfina, un gas nocivo que en la Tierra sólo está asociado con entes orgánicos, según el estudio publicado el lunes en la revista Nature Astronomy.Varios expertos externos, y los mismos autores del estudio, coincidieron en que esto es tentador, pero dijeron que está lejos de ser la primera prueba de vida en otro planeta. Indicaron que no satisface el estándar de “las afirmaciones extraordinarias requieren evidencia extraordinaria” establecido por el difunto Carl Sagan, quien especuló sobre la posibilidad de vida en las nubes de Venus en 1967.“No es una prueba irrefutable”, dijo el coautor del estudio David Clements, astrofísico del Imperial College de Londres. “Ni siquiera es una prueba circunstancial, pero es indicio de que hay algo allí”.A medida que los astrónomos planean buscar vida en planetas fuera de nuestro Sistema Solar, un método importante es buscar indicadores que sólo pueden ser resultado de procesos biológicos, las llamadas firmas biológicas. Los astrónomos decidieron mirar de esa manera a Venus, el planeta más cercano a la Tierra. Buscaron fosfina, que son tres átomos de hidrógeno y un átomo de fósforo.En la Tierra, sólo hay dos formas en que se puede formar la fosfina, dijeron los autores del estudio. Una es un proceso industrial (el gas se produjo para su uso como agente de guerra química en la Primera Guerra Mundial). La otra forma es como parte de algún tipo de función poco conocida en animales y microbios. Algunos científicos la consideran un desecho, otros no.La fosfina se encuentra “en el rezumadero del fondo de los estanques, en las entrañas de algunas criaturas, como los tejones, y quizás más desagradablemente, está asociada al guano de pingüino'', dijo Clements.La coautora del estudio, Sara Seager, científica planetaria del MIT, dijo que los investigadores “pasaron exhaustivamente por todas las posibilidades y las descartaron todas: volcanes, rayos, pequeños meteoritos que caen a la atmósfera... Ni un solo proceso que miráramos podría producir fosfina en cantidades suficientes para explicar los hallazgos de nuestro equipo”.Eso deja como explicación a la vida.Los astrónomos teorizan cómo podría existir la vida en el inhóspito planeta donde las temperaturas en la superficie son de alrededor de 425 grados Celsius y donde no hay agua.“Venus es un infierno. Venus es una especie de gemelo malvado de la Tierra”, dijo Clements. “Claramente algo ha ido mal, muy mal, con Venus. Es víctima de un efecto invernadero desbocado”.Pero eso es en la superficie.Seager dijo que toda la acción podría estar a 50 kilómetros por encima del suelo, en la gruesa capa de nubes donde la temperatura es similar a la temperatura ambiente de la Tierra o ligeramente más caliente. Ahí hay pequeñas cantidades de agua, pero principalmente ácido sulfúrico, que es mil millones de veces más ácido que el que se encuentra en la Tierra.La fosfina podría provenir de algún tipo de microbio, probablemente unicelular, dentro de esas gotas de ácido sulfúrico, dijeron Seager y Clements. Cuando las gotas caen, la vida potencial probablemente se seca y podría ser recogida en otra gota y reanimarse, dijeron.Con información de APAC