Un grupo internacional de científicos identificó dos redes cerebrales que juegan un papel importante en los pensamientos y comportamientos suicidas, según un estudio publicado en la revista Molecular Psychiatry.La primera de estas redes involucra a las áreas de la corteza prefrontal ventral medial y lateral, y sus conexiones con otras regiones del cerebro implicadas en la emoción. Las alteraciones en esta red pueden conducir a pensamientos negativos y dificultades para regular las emociones, lo que estimula los pensamientos de suicidio.Mientras que el segundo circuito involucra a las regiones corteza prefrontal dorsal y el sistema de giro frontal inferior. Los cambios en ésta pueden influir en el intento de suicidio debido a su papel en la toma de decisiones, la generación de soluciones alternativas a los problemas y el control del comportamiento.Si ambas redes se alteran en términos de su estructura, función o bioquímica, podrían llevar al individuo a tener pensamientos negativos sobre el futuro y a no poder controlar sus pensamientos. "Esto podría conducir a situaciones de mayor riesgo de suicidio", apuntó.Lo anterior fue posible gracias a que los investigadores analizaron 131 estudios, en los que participaron más de 12 mil individuos; en los documentos observaron alteraciones en la estructura y función del cerebro que podrían aumentar el riesgo de suicidio en el individuo.El suicidio es la segunda causa de mortalidad a nivel mundial entre los jóvenes de 15 a 29 años de edad, al reportar 800 mil defunciones al año. Incluso provoca más decesos que el cáncer y las enfermedades cardíacas, destacó el documento dirigido por la Universidad de Cambridge, en Reino Unido."Si podemos encontrar una manera de identificar a esos jóvenes con mayor riesgo, tendremos la oportunidad de intervenir y ayudarlos en esta etapa importante de sus vidas", dijo mediante un comunicado una de las autoras de la investigación, Lianna Schmaal, de la Universidad de Melbourne, en Australia.OB