Domingo, 24 de Noviembre 2024

Espacios cerrados y secos, propicios para contagio del COVID-19

De acuerdo con investigadores, el virus es menos susceptible al contagio en los lugares húmedos

Por: SUN

Especialistas advirtieron que durante el invierno los riesgos de propagación del SARS-CoV-2 en habitaciones con calefacción aumentarán. AFP / ARCHIVO

Especialistas advirtieron que durante el invierno los riesgos de propagación del SARS-CoV-2 en habitaciones con calefacción aumentarán. AFP / ARCHIVO

Un nuevo estudio reveló que los espacios cerrados secos y con aire acondicionado son los escenarios en que el COVID-19 se propaga con mayor facilidad, mientras que los lugares húmedos son los menos susceptibles a la propagación del virus.

“(El aire seco) es una ruta óptima para que los virus sean inhalados por otros residentes o finalmente se asienten en superficies donde pueden sobrevivir durante muchos días"

La investigación, liderada por el Laboratorio Nacional de Física CSIR de la India y el Instituto Leibniz de Troposférico en Alemania, evaluó 10 estudios internacionales que observaron el fenómeno de transmisión que se produjo en espacios cerrados durante las pandemias de la influenza H1N1, MERS-CoV y el SARS-CoV-2.

"El papel de la humedad parece ser extremadamente importante para la propagación aérea de COVID-19 en ambientes interiores", informaron Sumit Kumar Mishra, Alfred Wiedensohler y Ajit Ahlawat, lideres del proyecto.

La humedad, de acuerdo a las estimaciones, influye a la propagación del coronavirus de tres maneras: por el tamaño de las gotas, la durabilidad de los aerosoles que se mantiene suspendidos durante "horas" y la capacidad viral que se mantiene activa en las superficies donde aterriza.

Lo que sucede con las gotas que viajan con el virus es que crecen y aumentan de tamaño ante los lugares húmedos, "brindando menos oportunidades para que las personas inhalen gotitas virales infecciosas", explicaron.

Los expertos sostuvieron que en el aire seco de espacios interiores las microgotas se hacen más pequeñas a causa de la evaporación, volviéndose ligeras y de fácil dispersión, "una ruta óptima para que los virus sean inhalados por otros residentes o finalmente se asienten en superficies donde pueden sobrevivir durante muchos días", explicaron.

Además, "el aire seco también hace que las membranas mucosas de nuestra nariz se sequen y sean más permeables a los virus", agregó Ahlawat.

Ante este hallazgo, los especialistas advirtieron que durante el invierno los riesgos de propagación del SARS-CoV-2 en habitaciones con calefacción aumentarán, porque el aire frío de los exteriores sería aclimatado a través de sistemas de aire acondicionado.

"Calentar ese aire entrante a una temperatura agradable reduciría significativamente la humedad interior, lo que crea una situación extremadamente peligrosa para los residentes interiores, especialmente durante la pandemia de COVID-19", mencionaron los investigadores.

Los científicos recomendaron que debe optimizarse la humedad de interiores, con un mínimo de 40 por ciento hasta un máximo de 60 por ciento de humedad, esto con la finalidad de reducir los riesgos de propagación viral de quienes visiten o frecuenten los lugares, ya sean plazas comerciales o espacios laborales.

El equipo consideró que los supervisores de edificios y las autoridades sanitarias jugarán un papel fundamental en la actualización de los estándares de calefacción de interiores, pues "deben incluir el factor de humedad en las futuras directrices para interiores", ya que regular un porcentaje "no solo reducirá el impacto de COVID-19, sino que también reducirá el impacto de más brotes virales".

AC

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