El mes de diciembre es propicio para que las personas se depriman más por la simbología que trae acabar el año y de acuerdo con los especialistas, Alberto Ramales y Diego Ortega, algunas puede caer en cuadros graves de ansiedad."Durante el fin de año pensamos que el tiempo se nos acaba, pensamos en todo lo que no pudimos hacer, que no pudimos lograr, más aparte lo orgánico, ya que comienza a oscurecer un poco más temprano, la luz del día puede ser demasiado calurosa o inexistente, lo que provoca tristeza y melancolía", indicó el Psicoterapeuta, Diego Ortega.Si bien existen personas que no perciben esto, explicó el terapeuta, Alberto Ramales, hay algunas que, aunado a la melancolía o tristeza por el fin de año, sufren de problemas económicos, falta de seguridad, confianza y estima, que marcan su vida de manera negativa y los vuelve más propensos a deprimirse.Diego Ortega señaló que si una persona presenta desde un pequeño aislamiento social o desequilibrio emocional, debe acercarse a un especialista, pues muchas veces las terapias suelen llegar tardíamente."Se deben detectar los primeros síntomas, brindarles herramientas a los pacientes para que puedan lidiar con ellos cuando no son tan graves. Muchas veces comienza la intervención psicológica después del primer intento de suicidio o durante una depresión muy profunda, por lo que el tratamiento se hace más largo", explicó.Los especialistas explicaron que si bien, diciembre puede propiciar la depresión, el fin de año, con las herramientas adecuadas, también puede servir como un impulso a las personas para liberarse de todas las cargas emocionales y sentimientos, pues el ser humano por lo regular se maneja a través de simbolismos.Por ello, los rituales de fin de año con la carga emocional enfocada correctamente podrían ayudar, no obstante, se debe tener presente que "la percepción del tiempo no tiene que finalizar, pues es un continuo, ya que acaba un calendario, pero la vida sigue".OB