Una de las consecuencias del cambio global que los humanos hemos generado en el ambiente es la extinción de especies. Mucho se ha hablado de los programas de conservación para las especies en peligro de extinción, como es el caso del panda o la vaquita marina, pero ¿qué pasa con las especies que ya están extintas? ¿Podemos restablecer poblaciones nuevas en vida libre desde las colecciones de zoológicos o de laboratorios de investigación? La respuesta es sí, aunque el proceso no es tan fácil. Para una reintroducción exitosa hace falta la voluntad y el trabajo en conjunto de personas en múltiples escalas, desde los pobladores locales hasta los tomadores de decisiones y secretarías encargadas de la conservación ambiental. En México tenemos un caso exitoso que vale la pena resaltar: el del picote de tequila (Zoogoneticus tequila). El picote de tequila es un pez pequeño, más o menos de cuatro centímetros, pardo y con la punta de la aleta caudal anaranjada. Este pez pertenece a la familia Goodeidae, una familia endémica del centro de México que se conforma de 36 especies, la mayoría de estas especies están en alguna categoría de riesgo de extinción.Los picotes de tequila estuvieron considerados extintos en campo durante muchos años. Como al resto de la biodiversidad, las principales amenazas a estos peces son: la contaminación, la sobreexplotación, la fragmentación de su hábitat, el cambio climático y las especies invasoras. Entonces, para lograr su reintroducción al río Teuchitlán, de donde son originarios, hubo que estudiar a detalle cómo estás amenazas estaban actuando en el sitio y trabajar en revertirlas lo más posible. Desde los laboratorios y acuarios donde todavía había algunas poblaciones de picotes de tequila se trasladaron individuos al sitio y se les ha ido monitoreando para cuidar la población y evaluar su establecimiento. Aunque los investigadores de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, la CONABIO y el Chester Zoo han sido jugadores clave en este proyecto, la reintroducción del picote de tequila no hubiera sido posible sin el entusiasmo y compromiso de los pobladores locales, quienes son los guardianes de su río. ¿Y por qué es importante revertir la extinción de un pez? México tiene una gran diversidad de peces de agua dulce, más de 500 especies, lo que representa el 6% de todas las especies conocidas en el planeta. Podría pensarse que perder una no es tan importante, pero sí lo es. Las especies que conviven en el mismo ambiente se relacionan entre sí de diversas formas y con esto hacen que haya un flujo de materia y energía que eventualmente deriva en los servicios ecosistémicos que nos brindan los ríos y lagos, como la provisión de agua limpia, alimento, etc. Con la reintroducción del picote de tequila se ha logrado mucho más que solo volver a ver a estos peces nadando en un río y restablecer sus interacciones con otras especies, este proyecto es la evidencia de que trabajando de manera multidisciplinaria y constante la reintroducción de una especie extinta en campo es posible.La doctora Morelia Camacho es licenciada en ciencias ambientales con doctorado en biología, su investigación se enfoca en las características de las especies invasoras y sus interacciones, para comprender lo que las hace exitosas y poder proponer soluciones a este problema mundial. Actualmente coordina el Laboratorio de Ecología de Especies Invasoras en el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM.Crónicas del Antropoceno es un espacio para la reflexión sobre la época humana y sus consecuencias producido por el Museo de Ciencias Ambientales de la Universidad de Guadalajara que incluye una columna y un podcast disponible en todas las plataformas digitales.
