El término "doxing" proviene de la palabra "documents" (documentos) y se refiere a la práctica de investigar y publicar información personal y privada sobre alguien sin su consentimiento. Esto puede incluir datos como nombres completos, direcciones, números de teléfono, direcciones de correo electrónico y otros detalles que pueden poner en riesgo la privacidad y la seguridad de una persona. Aunque el doxing ha existido durante años, la creciente disponibilidad de herramientas tecnológicas y la inteligencia artificial (IA) han facilitado este tipo de actividades, lo que plantea serias preocupaciones éticas y legales.Tradicionalmente, el doxing se realizaba mediante la búsqueda manual de información en redes sociales, bases de datos públicas o foros en línea. Sin embargo, el avance de la IA ha permitido a los individuos acceder a datos de manera más rápida y eficiente. Algoritmos de búsqueda avanzada y análisis de datos pueden compilar información dispersa de diversas fuentes en cuestión de segundos, lo que convierte al doxing en una práctica más accesible para aquellos con malas intenciones.Algunas herramientas impulsadas por IA pueden analizar patrones en datos públicos y extraer información relevante sobre individuos. Esto incluye la capacidad de escanear redes sociales, páginas web y registros públicos en busca de detalles específicos. Estas herramientas pueden agrupar datos de manera que sea más fácil para un individuo identificar a alguien y reunir información personal que de otro modo podría ser difícil de encontrar.Recientemente, 404 Media reportó sobre dos estudiantes de Harvard que implementaron un programa de reconocimiento facial llamado PimEyes en unas gafas inteligentes. El objetivo de este proyecto, denominado I-XRAY, era ilustrar cómo estos dispositivos pueden revelar de manera instantánea la identidad de las personas, junto con sus números telefónicos y direcciones.A través de un video publicado en X, AnhPhu Nguyen y Caine Ardayfio demostraron el funcionamiento de las gafas modificadas. Estos dispositivos transmiten videos en tiempo real a Instagram, mientras un bot monitoriza la información, utilizando inteligencia artificial para identificar rostros. La IA analiza bases de datos públicas para localizar los datos personales de las víctimas, los cuales son enviados a través de una aplicación móvil.En la grabación, los estudiantes ponen a prueba su creación con compañeros, amigos e incluso extraños, quienes no parecen sospechar nada. Esto añade un nivel de inquietud a la situación, ya que, como señala The Verge, se trata de un dispositivo que se presenta de manera discreta.Es importante recordar que las Ray-Ban Meta están diseñadas para lucir como unas gafas normales, lo que dificulta la identificación de quién podría estar realizando doxing durante una conversación casual. Además, el medio menciona que, aunque estas gafas emiten una "luz de seguridad" para advertir a las personas que están siendo grabadas, esta es prácticamente indetectable.En un documento que detalla su proyecto, los estudiantes enfatizan que la intención detrás de la construcción de estas gafas no era hacer un uso indebido de ellas. Aseguran que no tienen planes de publicar esta herramienta. Más bien, su objetivo es crear conciencia sobre el hecho de que, aunque parezca un concepto sacado de una película de ciencia ficción, la posibilidad de obtener información sobre una persona solo al observar su rostro ya es una realidad gracias a la tecnología actual.Desde una perspectiva legal, las leyes sobre la privacidad y el uso de datos varían según el país y la jurisdicción. Sin embargo, muchos lugares están comenzando a abordar el doxing como un delito. Las plataformas de redes sociales también están implementando políticas más estrictas para abordar este problema y proteger a sus usuarios.BB