El ARN es una parte del genoma que hace posible la síntesis de proteínas, aunque no siempre, porque existe una parte de este que no cumple dicha función, pero se ha descubierto que tiene un papel importante en nuestras células, incluso en el cáncer y el desarrollo humano.De acuerdo con un estudio publicado por la revista Cell y encabezado por la Universidad de Nueva York, se usó la tecnología CRISPR de edición genética para estudiar el ARN que no codifica proteínas, al que se solía identificar como "basura", para intentar descubrir sus funciones.Los genes contienen instrucciones para fabricar proteínas, y un dogma central de la biología es que fluyen del ADN al ARN y de ahí a las proteínas. Sin embargo, sólo el dos por ciento del genoma humano codifica realmente proteínas, ya que la función del otro 98 por ciento restante sigue siendo en gran medida desconocida.El equipo usó la técnica de edición genética CRISPR, la que usa la enzima Cas13, para dirigirse con mayor precisión el ARN sin alterar los genes codificadores de proteínas cercanos ni otros elementos reguladores. Los investigadores encontraron casi 6 mil 200 pares de genes de ARN no codificantes largos (lncARN) y genes codificantes de proteínas cercanos en cinco líneas celulares humanas, incluidas células de riñón, leucemia y cáncer de mama.Luego usaron CRISPR Cas13 para perturbar o eliminar cada lncARN y ver si la célula moría, dejaba de proliferar o podía tolerar esa intervención, lo que les permitió determinar si cada lncARN era esencial. Al final se identificaron 778 lncARN esenciales para la función celular, incluido un grupo central de 46 que son universalmente esenciales y 732 con funciones específicas para determinados tipos de células.El equipo también descubrió que los lncARN esenciales modulan vías clave para la proliferación celular y que su pérdida puede afectar a la progresión de las células y provocar su muerte. GG