Viernes, 22 de Noviembre 2024

Cortar el frenillo de la lengua de los bebés, la moda que suscita dudas

La operación se ha popularizado en Estados Unidos, Europa y Australia, lo que genera preocupación entre los expertos pues no hay estudios que demuestren su efectividad 

Por: AFP .

De acuerdo con expertos, no hay ningún estudio que demuestre que la frenectomía lingual permita una mejor lactancia. NTX/ARCHIVO

De acuerdo con expertos, no hay ningún estudio que demuestre que la frenectomía lingual permita una mejor lactancia. NTX/ARCHIVO

La intervención quirúrgica dura apenas un segundo y se hace con un escalpelo o un láser. El objetivo, cortar el frenillo situado en la parte inferior de la lengua del bebé, con el propósito de facilitar la lactancia. Cada vez más padres piden esa operación para sus hijos, una medida que los médicos consideran ineficaz. 

Al cortar ese diminuto apéndice debajo de la lengua, teóricamente el recién nacido puede mamar con más facilidad. Pero en realidad es "un gesto agresivo y potencialmente peligroso para los recién nacidos o los bebés", insiste la Academia de Medicina. La moda "empezó probablemente en Estados Unidos y en Canadá y luego se extendió", asegura Virginie Rigourd, pediatra del hospital Necker en París, especializado en la atención a los niños. En Australia el número de frenectomías se ha quintuplicado en los últimos diez años.

Una operación simplista, pero peligrosa 

Según la doctora Rigourd, ese tipo de operación la llevan a cabo especialistas sin un título médico propiamente dicho: los osteópatas y los consejeros de maternidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda oficialmente la lactancia materna, y algunos padres se toman ese consejo al pie de la letra. La lactancia puede ser dolorosa para las madres, durante largos meses.

Los supuestos especialistas que realizan esas operaciones también presentan otras supuestas ventajas a los padres inexpertos: evitar problemas de pronunciación o aparentes problemas digestivos. La frenectomía es una respuesta simplista a esos problemas. "Dejar ese frenillo restrictivo pone en peligro la lactancia y la salud, tanto de los bebés como de las madres" se puede leer en el sitio internet de una consultora en lactancia, que propone una formación en línea por un centenar de euros.

"No hay ningún estudio que haya podido demostrar que la frenectomía lingual permita una mejor lactancia a largo plazo" advierte un informe de una organización independiente. Aún más inquietante es el hecho de que algunos padres se dejan convencer de la utilidad de esta pequeña amputación a pesar de que su recién nacido parece perfectamente capaz de amamantarse por sí solo.

Es el caso de Léa, una madre que consultó a una osteópata en París tras el nacimiento de su hijo en 2018, para un simple chequeo médico. La osteópata le sugirió practicar esa incisión para cortar un frenillo que consideraba "demasiado grueso". "Parecía algo preventivo", recuerda Léa, que al final optó por no realizar la operación, pero entiende que otros padres más aprensivos puedan caer en la tentación. "Siempre piensas en dar todo lo mejor para tu hijo, y si te dicen que hay que cortar el frenillo, incluso si no hay una razón para ello, lo haces", explica.

FS

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