El acné, un invitado no deseado que parece decidido a quedarse, puede convertirse en una verdadera molestia en la vida diaria. Su persistencia en la piel no solo impacta en la apariencia física, sino también en la confianza y el bienestar emocional de aquellos que lo sufren.Esta afección dermatológica no hace distinciones, ya que puede afectar a cualquier persona. Por lo general, en hombres tiende a desaparecer entre los 20 y 25 años, mientras que en mujeres puede persistir hasta los 30 o 40 años. Las zonas más susceptibles al acné incluyen la cara, el cuello, la espalda, el pecho y los hombros, dejando marcas que pueden perdurar en la piel.Afortunadamente, es posible combatir este molesto acompañante con paciencia y el cuidado adecuado. Eliminar el acné implica adoptar rutinas de limpieza facial y seguir estrategias específicas para abordar su origen.La Dra. Pilar Gil, dermatóloga de la Clínica Universidad de Navarra, ofrece algunos consejos para decirle adiós a este intruso cutáneo. El acné se produce como consecuencia de un taponamiento de los folículos de la piel. Fuente: Freepik.El acné se clasifica en 3: Leve, moderado y grave, y el tratamiento varía según su intensidad. Ante esto, es fundamental consultar a un dermatólogo para determinar la mejor estrategia, asegurándose que los tratamientos sean efectivos y sin cicatrices.MF