Las colillas de cigarro en los océanos son más contaminantes que los popotes, y aunque son degradables y reciclables no hay un manejo integral, alertó el biólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Leopoldo Benítez González.El biólogo egresado de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala de la máxima casa de estudios refirió que uno solo de estos filtros contamina hasta 50 litros de agua potable o 15 litros de agua de mar.En el marco de la segunda edición del "Colillatón", convocado por el Programa Universitario de Bioética y celebrado este sábado en la UNAM con el objetivo de limpiar el campus central y reutilizar estos filtros en productos útiles, dijo que las colillas provienen de la boca de 13 millones de fumadores y si se reciclan, se degradan en tres o cuatro meses y no en 10 años.A su vez, Poleth Reyes Hernández, pasante de la licenciatura en Pedagogía de la Facultad de Filosofía y Letras, y fundadora del movimiento que trae desde Chimalhuacán, Estado de México, anunció que esta iniciativa se llevará a cabo el último sábado del primer mes de clases de cada semestre."Nos preocupa la mejora de nuestro ambiente, pensamos en las plantas, en los animales, en los pájaros que las confunden con su alimento. Apoyamos con un granito de arena, y si esto lo multiplicáramos por cientos de familias, de manera espontánea, tendríamos una gran ayuda", apuntó.Egresados, voluntarios, familias e integrantes de organizaciones civiles recorrieron unos 50 metros alrededor de la Biblioteca Central para levantar y reunir colillas de cigarro, las cuales serán degradadas y reutilizadas por una empresa especializada.GC