Una nueva investigación del Centro de Ciencias Carnegie reveló que los cambios en las precipitaciones y temperaturas han comenzado a afectar la calidad del agua.El estudio realizado por un equipo de tres ecologistas señaló que las variaciones dañan la cantidad de nitrógeno introducido en las vías fluviales de Estados Unidos.De acuerdo con el Centro de Ciencias Carnegie, el nitrógeno de la agricultura y otras actividades humanas se limpian en los cuerpos de agua, pero en exceso, genera un fenómeno llamado eutrofización.Dicho proceso lleva a la proliferación de algas que generan toxinas o zonas muertas con poco oxígeno llamadas hipoxia.El clima, es clave en la cantidad de nitrógeno acumulado en el sistema de agua, ya que el calentamiento de las temperaturas primaverales y las tormentas que las acompañaban tuvieron un impacto directo en la escorrentía de nitrógeno, apuntó el análisis.Los científicos descubrieron que, en las grandes llanuras del norte, el aumento de la agricultura sumado a las condiciones climáticas incrementaron la cantidad de nitrógeno en los cursos de agua.“Demostramos que el deterioro de la calidad del agua costera y lacustre no se trata solo de cómo desarrollamos la tierra y de cuánto fertilizante usamos en los campos”, dijo la líder de la investigación, Anna Michalak.“También consiste en cómo la acción humana a escala global está cambiando las precipitaciones y las temperaturas”, abundó.La especialista aseguró que, a pesar de tratarse de un sistema complejo, la gente puede colaborar a reducir los impactos humanos a través de escalas, empezando desde su propio patio.AC