Cuando José David García de Alba y Graciela Zepeda Gómez dijeron: “Sí, acepto”, lo hicieron de corazón y un día como hoy, 2 de octubre pero de 1943, se presentaron en la parroquia de Santa María de Guadalupe en El Grullo, Jalisco, él de 19 años y ella de tan sólo 17 para convertirse en marido y mujer. Su celebración, que estaba programada a las 6:00 a.m. porque era la única misa del día, se realizó finalmente a las 8:00 a.m. como una petición especial.EL INFORMADOR tuvo la oportunidad de visitar la casa de esta pareja excepcional que formó una gran familia de 12 hijos, aunque la idea original de don David era tener 20, y algunos de ellos estaban a su alrededor durante la entrevista para acompañarlos y revivir algunas memorias de este matrimonio a lo largo de 74 años.En orden cronológico sus hijos son María Concepción, José David, José María, Jesús Miguel, María Guadalupe, Margarita Graciela, Agustín, Sergio Alejandro, Francisco Javier, Carlos Eugenio, María del Pilar y Juan Paulo, muchos de estos nombres fueron tomados de los Papas por la religiosidad que caracteriza a esta familia. Actualmente tienen 31 nietos, el mayor de 50 años y 24 bisnietos, la mayor de 26 años, quienes están orgullosos de sus “villos”, como les dicen de cariño a sus abuelos.Esta historia se alimentó de muchos detalles y vivencias, entre ellos viajes por todo el mundo que como pareja tuvieron oportunidad de realizar —y eso ayuda mucho, aconsejó ella— algunos lugares fueron Rusia, Asia, Europa, la Patagonia y en total realizaron 23 cruceros, que tienen marcados en un mapa. Una de las aficiones de don David fueron las fotos y el cine, así que creó un archivo impresionante de paisajes por el mundo y de sucesos en la ciudad que aún conserva.Al casarse vivieron en Guadalajara, más tarde en Tecolotlán y después volvieron a la ciudad. El valor del trabajo fue uno de los más arraigados en los García de Alba, al igual que la congruencia, la honestidad y el compromiso social, ya que don David tuvo una fábrica de mosaicos, posteriormente una de velas y veladoras; también de autobuses foráneos y todos se fueron incorporando a su tiempo, especialmente los varones, mientras doña Graciela se dedicaba al hogar.Una de las canciones que don David le dedica a su esposa es “La Feria de las Flores” y la favorita de Graciela es “New York”. Todas las etapas han sido especiales para ellos, quienes han festejado sus Bodas de Plata a los 25, las de Oro a los 50, festejaron sus 70 años que son Bodas de Titanio y próximamente desean festejar sus 75 años de matrimonio para que su amor siga brillando.Uno de los hobbies de don David era caminar por toda la ciudad pero ya no le es posible salir tanto, así que ahora sus hijos, nietos y bisnietos los visitan, pasan tiempo en familia, gozan de la buena salud y memoria de ambos, siempre sonrientes; incluso, al final de la entrevista, doña Graciela se tomó el tequilita que tanto le gusta.Un detalle especial es que son suscriptores de EL INFORMADOR desde hace 70 años, una tradición que iniciaron sus padres y abuelos. ¡Muchas felicidades!