Viernes, 22 de Noviembre 2024

Toniná, encanto al descubierto

Muy cerca de la ciudad de Ocosingo, en Chiapas, se encuentra una zona arqueológica que no ha dejado de sorprender a los especialistas

Por: Francisco González

Toniná, encanto al descubierto

Toniná, encanto al descubierto

Tan diferente y al mismo tiempo tan familiar. Tan conectado a México, pero con algunos detalles que solamente son posibles de encontrar aquí. Es Chiapas, ese lugar con magia que de forma constante nos ofrece algo nuevo, algo que hace que los viajeros regresen una y otra vez. Tal como sucede con la zona arqueológica de Toniná.

A 10 kilómetros al Este de la ciudad de Ocosingo, entre la eterna selva del Sur de nuestro país, se abre uno de los rincones más asombrosos del mundo prehispánico. “Toniná” procede de una palabra tzeltzal que podría traducirse al español como “la casa de piedra”, una descripción muy atinada a lo que aparecerá ante tus ojos.

Aunque sumergida en la selva, la zona arqueológica de Toniná se ha conservado muy bien hasta nuestros días, y nos ofrece un bosquejo muy preciso de cómo debió lucir en su época de mayor esplendor, entre los siglos VII y IX.

La ubicación de la ciudad es un ejemplo del genio maya. Justo en la frontera entre las tierras altas y bajas de Chiapas, queda libre de los huracanes que azotan tanto el Caribe como el Pacífico, lo que permitió su crecimiento orgánico.

Sin tener que preocuparse porque algún huracán se llevara media ciudad cada año, los mayas pudieron centrarse en dotar a Toniná de belleza. Su templo principal, por ejemplo, se levanta 74 metros desde su base, siendo más grande que la del Sol, en Teotihuacán, y todavía se encuentra siendo explorada por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Su acrópolis cuenta con una escalinata de 260 escalones, que atraviesa siete plataformas  y 13 templos hasta su cúspide.

Otros elementos que han atraído la atención de los especialistas son el llamado Templo de la Guerra, una plaza pública y múltiples altares con discos y estelas. En total se han contabilizado casi 100 edificios, sin contar los dos juegos de pelota y 38 tumbas, convirtiendo la zona en un tesoro de valor histórico incalculable.

Los antiguos habitantes de Toniná se salen un poco de la idea que tenemos de los mayas como un pueblo que practicaba la matemática y se dedicaba a ver las estrellas. En esta ciudad floreció una sociedad bélica que dejó en sus estelas y bajorrelieves el testimonio de sus guerras y conquistas, así como la mitología de aquellas culturas que si bien se han ido, dejaron un legado eterno en piedra.

Momento de armar la agenda

El mejor punto de referencia es la ciudad de Ocosingo. Toma la carretera que va al rancho Guadalupe y sigue las indicaciones para desviarte 1 kilómetro hacia el Noroeste por una brecha que conduce al rancho Toniná. Si prefieres hacerlo a “la antigüita” o no cuentas con automóvil propio, desde Ocosingo parte un colectivo en dirección a Toniná.

DEBES SABER QUE...

A 400 metros del sitio arqueológico se levantó un museo que también vale la pena visitar. La entrada general tiene un costo de $60 pesos y los horarios de visita son de 08:00 a 17:00 horas todos los días.

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