No muy lejos de Guadalajara se encuentra un rincón de nuestro Estado donde las tradiciones más nobles y la belleza del horizonte se funden en un mismo lugar. Es aquí donde los amaneceres lucen de un dorado brillante y el trajín de la ciudad queda en el olvido para sumirnos en la parsimonia que ofrece el campo. Tierra donde se mantiene fuerte la unión familiar y existe un amor genuino por el campo. Así es Teocuitatlán de Corona.Teocuitatlán es un pueblo y cabecera del municipio de mismo nombre en la región Sur de nuestro Estado. Se encuentra cerca de Mazamitla y Concepción de Buenos Aires y es rico en recursos naturales, además de ofrecerle al aventurero casual una enorme belleza para disfrutar, vistiendo por estos días un manto verde, muy propio durante la temporada de lluvias.Como muchas de las ciudades de Jalisco, a Teocuitatlán vale la pena comenzar a recorrerlo por su Centro histórico. Punto de encuentro para los habitantes de la ciudad, siempre con el delicioso bullicio que proporcionan las animadas charlas de vecinos y el juego de los niños, el edificio más llamativo y uno que cuenta con una gran historia es la Parroquia de San Miguel Arcángel, que domina la vista de la ciudad con su bella torre de cuatro cuerpos de cantera rosa, material que también fue usado en la fachada.Levantada en el siglo XVI, destaca por la abundante decoración de relieves y la devoción que despierta entre los habitantes. El interior del tiempo está bellamente decorado y es posible apreciar, además de una majestuosa estatua de San Miguel Arcángel, la imagen de la Virgen de Guadalupe.Algo que caracteriza a Teocuitatlán es la conexión profunda que tiene con sus localidades, entre ellas La Milpilla (cuyo kiosko central es uno de los más hermosos del Estado), Santa Rosa (con una bella fuente que presume el buen hacer de las manos de artesanos de Jalisco) y San José de Gracia.Merece la pena el punto y aparte con San José de Gracia (no confundir con la localidad del mismo nombre que está en los Altos, cerca de Tepatitlán). Aquí podemos ser testigos de los restos de antiguas Haciendas (como la de Jajala, con bellos detalles en sus molduras), que todavía permiten adivinar la enorme industria agrícola que llegó a tener la región.En este rincón de Teocuitatlán también es posible encontrar casonas con una arquitectura porfiriana por sus calles. Vale la pena que visites su bello templo consagrado al Señor de la Salud.Sin embargo, al hablar de belleza, es necesario hacer un alto y confesar que el auténtico tesoro que posee tanto Teocuitatlán como sus diversas localidades se encuentra especialmente es su gente. Los habitantes de esta ciudad y del municipio en general siempre presumirán con un genuino orgullo venir de una tierra que definen como hermosa, con un pueblo con mucha historia, de gente trabajadora y ¡una gastronomía como para chuparse los dedos!Al hablar de los sabores de la región, es necesario mencionar los exquisitos tacos de carnaza, lengua y chorizo que se venden en su mercado municipal. Bien servidos y con el sabor intenso de la cocina jalisciense, siempre son un manjar que bien vale la pena disfrutar. También se disfrutan de excelentes platillos de conejo o pollo enchilado como botanas.Como postre, el más tradicional es el pan dulce (sobre todo las conchitas) acompañado por café con leche o chocolate. Y aunque la temporada prácticamente ya terminó, aquí también se disfruta de una excelente cosecha de pitayas.¿Deseas conocer más sobre este bello rincón? El Ayuntamiento municipal de Teocuitatlán se encuentra siempre dispuesto a ofrecer información que faciliten la llegada de nuevos visitantes. Se encuentra en la calle Álvaro Obregón #16, colonia Centro, Teocuitatlán. También puede llamar a los teléfonos 01 372 42 80 019 y 42 80 382.Toma la carretera a Chapala y luego el camino a Acatlán de Juárez. Luego de pasar Tuxcueca, encontrarás la desviación a La Milpilla. Ese camino te llevará a este bello destino.