Nuestro rendimiento cotidiano está cimentado en un buen descanso por las noches. Dormir bien es necesario para desempeñarnos de manera adecuada durante el día, aunque hay una serie de malos hábitos que entorpecen el sueño reparador.—Destierra el insomnio: desvelarse esperando el sueño es una verdadera pesadilla para muchos. Lejos de “contar borregos” a medianoche, hay varias acciones que influyen en que podamos dormir a nuestras horas. La primera es evitar el café vespertino, pues el consumo de cafeína puede mantenernos despiertos durante más tiempo. Otra recomendación habitual para darle la vuelta al insomnio es dejar las preocupaciones laborales en sus horarios, ya que estar pensando en los pendientes de trabajo puede generarnos un desvelo involuntario (que inevitablemente influye de manera negativa en nuestro desempeño profesional al día siguiente). Igualmente (aunque sin horarios) debemos evitar irnos a dormir con las preocupaciones personales y emocionales en mente.—Un buen lecho y un buen acomodo: Aunque durmamos las horas recomendadas para nuestra edad (mínimo seis para los adultos, según la Organización Mundial de la Salud), un sueño reparador se liga también a la cama en que nos recostamos y la forma en que lo hacemos. Un colchón cómodo evitará que nos estemos moviendo constantemente, que durante la noche crea pequeños intervalos en que el descanso se interrumpe. Del mismo modo, una mala postura nos creará dolor de espalda, algo que a la larga se traducirá en lesiones y problemas en la columna. Son varias las posturas recomendadas para dormir bien (de lado con una almohada adecuada en la cabeza y las piernas semidobladas, boca arriba con almohada y con las piernas ligeramente levantadas, por ejemplo).—Sin distracciones: Un vicio de nuestros tiempos es irse a la cama con el celular en la mano y estar revisando las notificaciones de las redes sociales hasta prácticamente apagar la luz. Son numerosos los estudios científicos que son contundentes en la aseveración: el uso de aparatos electrónicos con pantallas luminosas influye de manera negativa a la calidad del sueño. Esto incluye tablets, televisión y teléfonos celulares. Para evitar esta práctica la recomendación es “desconectarse” de internet (TV incluida) por lo menos media hora antes de apagar la luz.—Una rutina de ejercicio: un fenómeno común esta cuarentena es el insomnio causado por la falta de actividad física. Esto es algo que sucede con frecuencia, particularmente para quienes tienen los llamados trabajos “sedentarios” (de oficina). Para descansar mejor hay que cansarnos un poco, físicamente. Practicar ejercicio de forma moderada no tiene que ser justo antes de dormir, pero sí es básico realizar una actividad física por lo menos una vez al día. Caminar o correr es el método más sencillo para empezar. Si nos ejercitamos por la tarde-noche tendremos que bañarnos para eliminar el sudor, un hábito que también puede ayudarnos a dormir mejor.—Bebe y cena ligero: contrario a la tradición mexicana, lo más adecuado para cenar es un alimento ligero. Una cena abundante provoca que el proceso de digestión altere la calidad del sueño. También hay que ir a la cama por lo menos un par de horas después de haber terminado los alimentos, para no recostarnos en plena digestión. En el rubro de los líquidos es mejor no tomar mucha agua hacia el final del día, ya que esto por lo regular suele derivar en que tengamos la necesidad de acudir al baño durante la madrugada (algo que interrumpe el fluir del sueño).JL