Cruce de caminos, de civilizaciones, de coronas y de genios. Austria es una nación que busca figurar cada vez más alto en la mente de los viajeros mexicanos que se aventuran a Europa y desean encontrar algo en el itinerario que se aleje de los destinos de siempre. Para quienes buscan contacto con la naturaleza, actividades al aire libre, cultura, buena comida, seguridad, comodidad y ciudades llenas de historia, esta es la opción que andan buscando.Comencemos por la puerta de entrada preferida para los trotamundos: Viena, la actual capital austriaca y alguna vez de todo el Sacro Imperio Romano Germánico. Fue desde este punto donde la dinastía de los Habsburgo dominó el panorama europeo y por momentos mundial (con México incluido en ciertos instantes de su larga, larga historia).Viena es una ciudad vibrante, donde lo moderno y lo clásico se funden suavemente en el caudal del tiempo. Atravesada por el Danubio, la ciudad presume un Centro Histórico que es Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco. Caminar por sus calles es encontrar, a cada paso, una muestra del ingenio urbano y los múltiples tesoros arquitectónicos que tiene. Es, sin duda, una ciudad que se debe descubrir paso a paso.La lista de destacados se podría llevar toda la sección de PASAPORTE, pero basta mencionar algunos imprescindibles: El Palacio Belvedere, la Ópera de Viena, el Palacio Imperial Hofburg y la Catedral de San Esteban, ¡nada más para comenzar! La gastronomía en la ciudad es fabulosa (influenciada por la alemana y los preparados del Centro de Europa). Basta decir que aquí nació uno de los platillos estrella de la panadería: El Kifli, que evolucionaría al Croissant o como muchos lo conocen, el “cuernito” de chocolate.La capital del Estado del Tirol es también una de las preferidas por los amantes del ambiente alpino y las actividades al aire libre (en esta temporada con nieve).Innsbruck es una ciudad con varios detalles que la vuelven en algo más que una parada obligada para hacer el “lunch”. Por ejemplo, hay funiculares para que subir a sus montañas y disfrutar de sus magníficas vistas. Te recomendamos en especial el funicular de Hungerburg, cuyo diseño se lo debemos a la legendaria arquitecta Zaha Hadid. En su punto más alto hay restaurantes para disfrutar de la rica cocina tirolesa mientras te deleitas con una vista calcada del paraíso.Hablando de funiculares, como parte de su circuito de ascenso, en Innsbruck tiene el zoológico ubicado a mayor altura en Europa (está por demás decir que es uno de los más bellos). Y aunque es un destino famoso en temporada invernal, también destaca por sus aguas termales y que en primavera y verano se pinta de los verdes más intensos que puedas imaginar.La ciudad incluye para los turistas la opción de comprar “pases”, con los que puede realizar actividades como esquí a precios bajos, así como aprovechar su fabulosa red de transporte. Por cierto, desde Viena, salen todos los días trenes a Innsbruck, el traslado puede ser de cuatro a seis horas (según la categoría y paradas). Descubre más en www.omio.com.La cuna de Wolfgang Amadeus Mozart, Salzburgo es una encantadora ciudad de 150 mil habitantes fijos, que se ve multiplicado por los miles de visitantes que día tras día llegan a su suelo. No es extraño que sea un punto muy visitado por el turismo, dado que se encuentra a medio camino entre Múnich y Viena.Mozart es una figura de importancia dominante en la ciudad que lo vio nacer, así que no es extraño que varios rincones de Salzburgo se encuentren dedicados a él. Destacan un par de museos (uno de hecho fue la casa donde creció), así como la ingente cantidad de souvenirs sobre el artista, que van desde instrumentos musicales, tazas, pines, plumas y unos muy famosos chocolates.El mejor momento para visitar Salzburgo es en verano, cuando se lleva a cabo el Salzburger Festspiele, un encuentro musical en honor a Mozart que en este 2020 cumple un siglo de celebrarse. Para los amantes de la música de cámara, este es el encuentro más importante a nivel mundial, congregando a lo más selecto de la escena año con año. Visita la página de Internet www.salzburgerfestspiele.at/en/ (en inglés) para descubrir más detalles.Hay varias aerolíneas que te permiten llegar a suelo austriaco. Una opción perfecta es la aerolínea Lufthansa, que sale desde México. Ellos hacen escala en Múnich para luego llegar a Viena.Desde la capital de Austria, la mejor manera de moverse es en autobús o tren, ya que las distancias suelen ser cortas entre las ciudades, además de que la campiña ofrece maravillosas vistas, especialmente entre primavera y otoño.• La moneda que se usa es el Euro.• No se requiere visa, aunque tu pasaporte de México debe tener una vigencia de al menos seis meses al momento del viaje.• El Museo de Etnología de Viena reabrió sus puertas al público en noviembre de 2017. Una de las piezas principales del museo es el Penacho de Moctezuma, por lo que los mexicanos se benefician de la entrada gratuita con solamente presentar el pasaporte mexicano.JM