Viernes, 22 de Noviembre 2024

Recrear la ciudad en trazos

Los Urban Sketchers mueven a la ciudad a través de sus dibujos; esta afición cada día gana más adeptos

Por: Norma Gutiérrez

INTEGRANTES. De izquierda a derecha: Jaime, Natalie, Lidia, Germán y Diego, quienes forman parte de la organización. EL INFORMADOR / F. ATILANO

INTEGRANTES. De izquierda a derecha: Jaime, Natalie, Lidia, Germán y Diego, quienes forman parte de la organización. EL INFORMADOR / F. ATILANO

UNA TRADICIÓN- Dibujar

UNA TRADICIÓN- Dibujar "in situ" e sun arte libre que se mantiene vigente. Fabricio Atilano Ochoa

ATENTO. Cada detalle cuenta y se busca la originalidad.  EL INFORMADOR / F. ATILANO

ATENTO. Cada detalle cuenta y se busca la originalidad. EL INFORMADOR / F. ATILANO

TRAZO. La perspectiva de cada dibujante es única. EL INFORMADOR / F. ATILANO

TRAZO. La perspectiva de cada dibujante es única. EL INFORMADOR / F. ATILANO

INSPIRACIÓN.- Además de monumentos y edificios, los participantes pueden integrar diversos elementos. EL INFORMADOR / F ATILANO

INSPIRACIÓN.- Además de monumentos y edificios, los participantes pueden integrar diversos elementos. EL INFORMADOR / F ATILANO

Ni por dinero ni fama. El sentarse a dibujar en cualquier rincón de la ciudad es algo que hacen por gusto, por el afán de retratar la actualidad de las calles, de los edificios que entre el vaivén de los días y las personas, se modifican, desaparecen, surgen de la nada o simplemente siguen ahí, inamovibles nutriendo la historia de la metrópoli tapatía.

Para Jaime Johnston el dibujar va más allá de trazos que intentan igualar en una hoja en blanco lo visto por sus ojos. Jaime es psicólogo pero su pasión por el dibujo lo llevó a impulsar en Guadalajara una peculiar comunidad que coincide con esta afición: “Urban Sketchers”, un movimiento que desde hace una década comenzó a nivel internacional y que cada día suma a expertos, novatos y curiosos que con un sencillo bolígrafo de tinta negra son capaces de crear verdaderas obras de arte en un cuaderno cualquiera.

En este movimiento no hay un canon académico que seguir, ni un estilo ni técnica, todo es libre. La idea es hacer comunidad mediante las reuniones que hacemos cuando dibujamos, es como una escuela en la calle. Nos volvemos extranjeros en nuestra propia ciudad, una foto la haces y te vas y con un dibujo implica quizá un poco de más tiempo, buscas un ángulo, haces ciudad sentándote en una plaza pública, te tomas tu tiempo para dibujar, dejas todos tus pendientes de lado, es tiempo para ti en captar y ver”.

Germán Bautista pareciera tener la vista perdida en el cielo. A lo lejos, para cualquier transeúnte, es un joven más sentado en un bolardo del Centro Histórico de Guadalajara, pero lo que pocos saben es que su mirada está clavada en las comisuras, muros, marquesina y pilares del Teatro Degollado, al igual que Diego Martínez Enciso, que desde los pies del mismo recinto cultural está por recrear a su modo las torres de la Catedral Metropolitana.

A no mucho metros de ahí también rondan Lidia Barragán y Natalie González, con cuaderno en mano y la vista apuntalada en la arquitectura y alrededores de la Plaza Liberación.

“Cognitivamente ayuda mucho el dibujo, dibujar es memoria. Intentas plasmar la realidad, lo que estás viendo delante de ti, lo bajas al cuaderno. El ver tu objetivo y bajar la mirada, ese pequeño intervalo ocasiona que tu cerebro comience a trabajar con la memoria, es cómo percibes tu realidad”, explica Jaime desde una perspectiva psicológica.

Estilo libre

En Guadalajara Urban Sketchers comenzó a concretarse hace seis años y desde entonces un gran número de interesados se han sumado a las “quedadas” como nombran a las reuniones y puntos de encuentro que fungirá como escenario para replicar bajo cualquier técnica la urbanidad más emblemática de la metrópoli tapatía.

Aunque de manera constante en Urban Sketchers Guadalajara son aproximadamente seis personas las que mensualmente acuden a las quedadas, este movimiento artístico también se extiende en localidades de la Ciudad de México, Veracruz y San Miguel de Allende, por ejemplo.

Diego Martínez, egresado de la Escuela de Artes Plásticas, destaca que a diferencia de la estructura académica de una formación artística, en Urban Sketchers se goza de una libertad que siempre es anhelada no solo por el artista, sino por aquellos que simplemente tienen curiosidad de explorar su talento sin tener prejuicios y reglas estéticas de por medio.

“A través de la página de Facebook más gente se entera y va, ahí publicamos los puntos de reunión, compartimos los trabajos hechos. Buscamos sitios que tengan importancia arquitectónica, hemos ido al barrio de Mexicaltzingo, Analco, San Juan de Dios, el Parque Agua Azul, siempre son puntos de interés. Aprendes de los distintos estilos y técnicas que tiene cada quien, esa es la riqueza aunque no se tengan una formación académica en arte, aprecias las expresiones personales”.

En todos lados

El dibujo y la inspiración no solo se encuentra en las calles y arquitectura de la ciudad, en España el ilustrador Joel Miñana, retoma la técnica del dibujo en la moda a través de un bloc de notas y carboncillo con los que inmortaliza las creaciones de los diseñadores “in situ”. Expertos como el británico David Downton, la canadiense Megan Morrison o la israelí Talia Zoref, también se han sumado a esta tendencia en las pasarelas haciendo gala de su talento en el dibujo especializado en figurines, logrando colarse en los desfiles más prestigiados con paleta y caballete.

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