Ciudad de México es una urbe donde las aventuras se encuentran en cada esquina. Dueña de incontables experiencias gastronómicas, culturales y deportivas, cuando la posibilidad de visitar esta megalópolis aparece sobre la mesa la respuesta siempre será un “sí”. Para quien escribe estas palabras, la más reciente llegó enriquecida de la mano de Marriott Bonvoy, programa de recompensas que convierte una experiencia común es algo inolvidable.Primero, un poco de contexto: en los últimos años se han popularizado en la industria turística los programas de lealtad ofrecidos por aerolíneas, prestadores de servicios y hoteles. En el caso de estos últimos, una cadena que se ha ganado el aplauso de los viajeros por su calidad y ambición en cuanto a las recompensas que ofrece es Marriott International a través de Marriott Bonvoy (que llegó para reemplazar programas como Marriott Rewards, Starwood Preferred Guest y The Ritz-Carlton Rewads).Al inscribirte en el programa (que es gratis, puedes encontrar las recompensas y los hoteles participantes en www.espanol.marriott.com/loyalty.mi) es posible ir ganando puntos al hospedarse y consumir en alguna de las propiedades de la cadena. Posteriormente, puedes canjear esos puntos por experiencias que van desde noches gratis en el hotel o explorar las opciones que te ofrece el programa Marriott Bonvoy Moments, una serie de actividades exclusivas y asombrosas.¿Un ejemplo de asombroso y exclusivo? Llevar a los huéspedes que acumularon los puntos necesarios a vivir la experiencia de la NFL con el partido entre Kansas City Chiefs y los San Diego Cargers, quienes chocaron el pasado 18 de noviembre en el llamado Monday Night Football, en el Estadio Azteca.Un partido de la NFL es una aventura que se debe disfrutar al menos una vez en la vida, seas o no fan de este deporte. Y es que todo el espectáculo y ambiente que rodea a cada cotejo lo vuelve en una experiencia imperdible. Si a eso le agregamos el saborcito especial que imprime la capital del país, tenemos una cita con la historia, la adrenalina y la diversión.La “aventura NFL” de la mano de Marriott no comenzó con el partido. Fue mucho antes, en el Courtyard by Marriott, el hotel oficial de la NFL. El recinto anexo al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México se transforma durante el fin de semana del partido en una extensión de la cancha. Deja por momentos su aire de hotel ejecutivo para pintar sus mesas con los colores del cotejo, sus platillos toman la inspiración del futbol americano y desde el brunch hasta los pasillos la adrenalina del partido te hará llegar a un “touchdown” emocional.Cómodo, amplio y dinámico, el Courtyard by Marriott es todo el año una excelente opción para el viajero que busca recargar pila, una buena comida, un sueño reparador y un ambiente donde sentirse apapachado. Pero para los que visitamos el hotel previo al juego de la NFL, se convierte en una experiencia muy especial, y de hecho los fines de semana, ya es un espacio donde los fans del deporte de las tacleadas se sienten como en casa. Descubre más de sus actividades en la página espanol.marriott.com/hotels.Aunque administrativamente San Diego Chargers fue el “local” en el Estadio Azteca, fue el equipo de Kansas City Chiefs quien llevó a los aficionados más ruidosos y quienes al final se alzaron con la victoria. Por cierto, no hubo qué preocuparse del usualmente infernal tráfico capitalino, ya que como parte del programa de recompensas, el traslado estaba incluido desde el hotel (en este caso, W Hotel Mexico City, una joya arquitectónica en la zona de Polanco).A la emoción del partido en sí, se suma que como parte del programa de Marriott Bonvoy Moments había algunos “extra”, que iban desde la entrada a una zona especial VIP previamente al partido para disfrutar de unos snacks e inclusive bajar a la mismísima cancha del Azteca previo al choque entre ambas escuadras.¿Valió la pena el viaje? Sin duda. El programa de recompensas que ofrece el hotel es una delicia al máximo para el viajero, quien ve pagada y con crecer, la lealtad a la cadena. Sin duda, una aventura que vale la pena repetir siempre que sea posible.