Ser reconocida por su labor como editora nunca ha sido el objetivo de María Esperanza Espinosa Barragán, quien desde hace 27 años se dio a la tarea de crear a Petra Ediciones, una pequeña editorial que hoy sigue dando de qué hablar a nivel mundial desde su única sede en Guadalajara.“Peggy”, como es conocida en el ambiente literario y editorial, asegura que el camino no ha sido fácil para mantener a flote a una pequeña empresa especializada en publicaciones de contenido infantil y juvenil, pero sí considera que la suerte ha estado de su lado para impulsar un proyecto que de paso a dado oportunidad a nuevos escritores e ilustradores, por ejemplo.Recién fue anunciada como ganadora del Premio Nacional Juan Pablos al Mérito Editorial por parte de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM), logrando así convertirse en la primera editorial fuera de Ciudad de México en recibir el reconocimiento, además de ser la cuarta mujer -en 39 años- ser premiada en este tema, lo que refuerza en “Peggy” la idea de que el sector femenino cada día tiene mayor participación en el mundo editorial.El que llegue un nuevo premio a su equipo de trabajo no presiona a Peggy, quien asegura que si bien sí representa una responsabilidad de mantener el nivel en la calidad de su trabajo, otro significado es que pese a las modas y las tendencias comerciales en lo editorial, Petra se ha mantenido fiel a su visión, a su propia idea y perspectiva de hacer libros para niños y jóvenes y eso es algo que se sigue reconociendo indirectamente aunque no sea la raíz del galardón.“Petra es una editorial pequeña, somos pocas personas. Siempre ha habido un plan y proyecto, pero más que nada nos enfocamos en saber que las pequeñas cosas pueden ser profundas, nunca hemos pensado en crecer y publicar muchísimos títulos por año, hay libros que nos toman mucho tiempo, son proyectos en los que tienes que trabajar y trabajar para materializarlos y convertirlos en libros, eso no es tan fácil, encontramos el sentido que tiene cada libro”.Sin bajar la guardiaPeggy expresa que más allá del cambio y evolución que los libros juveniles e infantiles han tenido en su contenido, lo que realmente merece un análisis más profundo es cómo ha cambiado la infancia para lograr un acercamiento a las letras e historias de los libros, pues aunque la tecnología ha sido un factor de cambio en el consumo y arraigo, la pasión por la lectura es algo que se forja se tengan o no facilidades a la mano.“Ahora hay muchas formas de vivir la infancia, de crecer en una ciudad, esa parte es lo que ha cambiado mucho, la cantidad de información, el que ya no se sale tanto a la calle, habría que verse esa parte. Los libros y editores tenemos que estar de alguna forma pendientes de esos cambios. La relación con el libro y la percepción misma si se ha visto afectada por diferentes medios”.Peggy reconoce que su infancia, contrario a lo que se pudiera pensar, no tuvo un gran acercamiento a los libros, pues la historietas era lo que dominaba en el entretenimiento para los más pequeños en las entonces librerías que daban prioridad a la venta de periódicos y contenidos más enfocados en adultos.“Cuando vivía en Culiacán mi papá iba cada domingo a comprar periódico, en las librerías lo principal era el periódico, hasta el fondo algunos libros y lo que había eran cómics e historietas, yo leía eso, lo que había. Cuando venía a Guadalajara leía ‘El tesoro de la juventud’, lo que había casa en mis abuelos. De niña no puedo decir que crecí en un ambiente lector, yo tenía la curiosidad de ver, de leer el libro que fuera”.Guadalajara de sus amores“Yo nací en Guadalajara”, es la respuesta de Peggy al reflexionar sobre el porqué Petra Ediciones, con tantos reconocimientos y prestigio internacional, ha decidido quedarse en su lugar de origen y no migrar a otras ciudades pese a que las puertas y oportunidades se han abierto para la pequeña editorialTras 15 años de vivir en México y ser estudiante de la Escuela de Diseño y Artesanía del INBA, llegó a sumarse a la Imprenta Madero y comenzar a liderar proyectos vinculados a la UNAM, Fondo de Cultura Económica y el programa Libros del Rincón de la Secretaría de Educación Pública, que la reforzaron en su carácter lleno de disciplina y profesionalismo para regresar a Guadalajara y profesar con el ejemplo con el nacimiento de Petra.“Eso me movió el piso, me abrió los ojos, pero mis raíces están en Guadalajara. En Imprenta Madero está cobijada por colegas y amigos, regresarme aquí fue fuerte. Siempre he sido afortunada, ¿el por qué?, no lo sé. Hice ‘Chispa’ la primera revista de ciencia para niños y pensé que realmente el área de literatura infantil y la divulgación de la ciencia con niños y jóvenes era fundamental, yo estaba inquieta y con ganas de trabajar”.Diversidad en la historia de la editorialDesde su fundación en 1990, Petra Ediciones ha procurado tener en su catálogo diversidad de contenidos que van desde la literatura, arte, fotografía e ilustración y dar entrada a autores y artistas como Jorge Esquinca, Antonio Ortuño, Flavia Zorrilla, Chiara Carrer, Pascuala Corona, Trino, Mariana Chiesa, Anna Czerwinska-Rydel y Marta Ada Ignerska, entre otros.“Son libros con características que se convierten en clásicos. Son libros donde la imagen es muy importante, los géneros que publicamos no solo son literatura, tenemos de ilustración, de otro contenido (…) Creo que debes rodearte de las personas que tienen proyectos en los que tú puedes hacer alianza, crear confianza. Un editor no es solo, tiene mucha gente alrededor”.