Pocas marcas en el mundo, principalmente una del tamaño e importancia de Honda, han logrado hacerse de la fama de fabricante de autos fiables y durables como lo hizo el fabricante nipón. Ellos lo lograron gracias a una implacable búsqueda por la perfección, que junto con la innovación fueron el pilar de la empresa fundada por el apasionado Soichiro Honda. La producción de un auto Honda tradicionalmente se hacía gracias a un importante cuidado con la formación de sus ingenieros y obreros y un incansable sistema de pruebas antes del lanzamiento de cada uno de sus autos. Si la industria en promedio ponía a un robot para abrir y cerrar una puerta mil veces para probar su funcionamiento, Honda las probaba cinco mil veces. Así de determinados, así de simple. El resultado es que cuando encontramos hoy en día una CR-V modelo 2002, con mucha frecuencia la vemos en un muy buen estado de conservación. Como consecuencia, la gran mayoría de los que probamos automóviles cuando alguien nos alguien nos preguntaba cuál crossover comprar en ese segmento, la respuesta era invariable: CR-V. Pero, desafortunadamente, ya no es así.La semana pasada, una noticia en especial llamó la atención en el mundo de los automóviles. Consumer Reports mostró que una serie de clientes habían tenido problemas con el motor turbo de 1.5 litros que equipa las versiones superiores de la Honda CR-V. El desperfecto hace que la gasolina se mezcle con el aceite, diluyendo a éste y disminuyendo su capacidad lubricante. Sin entrar en más temas de ingeniería, el resultado es que el motor puede perder potencia y en algunos casos incluso detenerse en plena marcha. Honda en Estados Unidos dijo que reconocía el problema y trabajaría para solucionarlo, afirmando que el problema pasa en muy pocos vehículos y ocurre solo en zonas frías y en conducciones hechas en trayectos cortos. El detalle es que ya hubo casos reportados en lugares como el sur de Texas, no precisamente frío.El punto es que no hay una solución en este momento y esto es, obviamente, una luz roja para los que tienen o piensan comprar no solo una CR-V, sino también un Civic turbo o un Accord en sus versiones de entrada, que también usan el mismo motor. Al menos hasta que Honda anuncie una solución, lo que sin duda ocurrirá.No es el único problema que enfrentan los consumidores de productos Honda en este momento. La nueva Odyssey, la favorita de muchos - y me incluyo - hace poco, ha tenido en el modelo actual una gran frecuencia de problemas electrónicos, que pueden ser vistos por cualquiera que haga una búsqueda en Google o YouTube. No hay, al momento, una solución de parte de Honda y muchos clientes han recibido respuestas negativas o evasivas al reclamar la garantía en las antes también fiables agencias de la marca.Era de esperarse algo así. Hasta mediados del año pasado, cuando fue presentado el plan “Visión 2030”, Honda estaba enfocada en el crecimiento rápido, probablemente asustada con las alianzas de otras empresas, que al hacerse mayores eran cada vez más competitivas debido a la economía de escala. Un crecimiento veloz es enemigo de la calidad y esto se vio por ejemplo en Toyota, que en su afán de hacerse la número uno del mundo vivió en 2009 una pesadilla que la obligó a llamar a revisión nada menos que 11 millones de vehículos por problemas de aceleración involuntaria. Afortunadamente el plan mencionado antes orienta a los ejecutivos de Honda a enfocarse en la calidad y aunque algunos en Japón mencionen cierto recelo de que la marca pueda perder su también conocida originalidad, me parece mucho más importante recuperar esa calidad, esa fiabilidad perdida.Honda va a salir del problema, así como lo hizo Toyota y empresas menores como Peugeot. Y no me queda ninguna duda de eso. Pero en este momento, si estás pensando comprar un Honda, tal vez fuera interesante esperar un poco.ESTE CONTENIDO FORMA PARTE DE LA EDICIÓN IMPRESA DE EL INFORMADOR QUE PUEDES CONSULTAR EN EL KIOSKO GLOBAL DE PRESSREADER