Podrán contarte mil cosas sobre ella, pero es hasta que la recorres, la vives y la disfrutas, que entiendes que la capital de Inglaterra no se parece a ninguna otra ciudad. Señorial, vibrante, moderna y pensada para ser descubierta una y otra vez, es una urbe que ejerce un magnetismo casi mágico sobre los viajeros. Después de una primer visita, descubrirás que lo único imposible es decirle adiós…Compleja y de dimensiones gigantescas, Londres es a pesar de todo una ciudad que invita a recorrerse a pie. Comienza temprano y visita el Palacio de Buckingham. Muy cerca encontrarás el Hyde Park, área verde de enorme tradición en la urbe. Ambos son, obviamente, estampas imperdibles de la ciudad anglosajona.Un símbolo arquitectónico británico y también orgullo de los londinenses. Apreciar la hermosa abadía toma su tiempo (al menos dos horas, aunque puede ser más). Se encuentra muy cerca de St. James Park, otro pulmón de la ciudad y perfecto para tomarse unas buenas fotos. Camina un poco más para llegar a la Torre de Londres, símbolo del poder de los reyes ingleses.Otras dos postales infaltables. El legendario Big Ben, con su tradicional reloj, ha pasado por una larga restauración, pero sin importar su estado, sigue siendo un punto clave en toda visita.El palacio es otra joya en sí misma, y al estar tan cerca del Puente de Westminster te dará unas vistas espectaculares, además de dejarte cerquita del London Eye, una monumental rueda de la fortuna.No puedes ir a Londres sin disfrutar de la costumbre británica por excelencia: La hora del té. La bebida es en sí un sello cultural (y no se diga gastronómico) que enorgullece a los habitantes de la capital. Además de té, es usual disfrutar de unos ricos pastelillos o sándwiches.Pero si de comida se trata, nada más británico que los fish and chips. Es pescado frito con papas. Esta sencilla combinación se encuentra en buena parte de Inglaterra y es para los londinenses el equivalente a nuestros tacos.Desde nuestra ciudad, la forma más adecuada de llegar es vía aérea, aunque siempre tendrás que tomar algunas escalas. En nuestro país, lo más usual es hacer una parada en Ciudad de México o Cancún. Líneas como Aeroméxico, Iberia, United y Delta ofrecen el vuelo de entre 13 y 16 horas. Recuerda que con mayor antelación en tu compra, obtendrás mejores precios.