La perspectiva que se tiene sobre los restaurantes de comida de servicio rápido no siempre es tan favorable, y ante el compromiso que McDonald’s tiene por ofrecer alimentos de calidad, su programa “Puertas abiertas” permite conocer a fondo los procesos de preparación y cuidado de cada uno de sus ingredientes.“Puertas abiertas” tiene la intención de llevar al comensal a todos los rincones de McDonald’s y explicar a detalle cada una de las etapas que los ingredientes tienen hasta convertirse en sus famosas hamburguesas, platillos infantiles y desayunos.La sucursal ubicada en Av. Mariano Otero 2691 es una de las que mayor participación activa tiene con “Puertas abiertas”, recibiendo principalmente a especialistas de la nutrición, grupos escolares y cualquier persona interesada y con curiosidad por descubrir los estándares de salubridad y naturalidad de los vegetales, proteínas, carnes, panes y postres que el restaurante utiliza diariamente.José Luis Calera, consultor de operaciones; Félix Ramírez, director de comunicación Corporativa para América Latina y el Caribe, y Maricarmen Oses, nutrióloga, destacan que la experiencia de “Puertas abiertas” también integra un recorrido y reflexión sobre el impacto que los ingredientes de manera individual y en conjunto tienen cuando se degusta una hamburguesa tradicional con otros alimentos que aportan el mismo valor nutricional, un ejercicio que ayuda, especialmente a padres de familia y niños, a conocer los beneficios de saber elegir correctamente el alimento en cada hora de la comida.“Entrar a ‘Puertas abiertas’ sí rompe el paradigma de comida rápida contra el servicio rápido eficiente. McDonald’s es pionero en este servicio: poder darte algo rápido no quiere decir que no tenga cuidado en sus ingredientes. Cuando entras al restaurante puedes ver desestructurado todos los productos, desde la lechuga, jitomates, queso, carnes, pepinillo”, explica Maricarmen Oses, experta en nutrición.La especialista puntualiza que muchos platillos han sido juzgados como “comida chatarra” al ser considerados como causantes de enfermedades y obesidad, cuando en realidad lo que tiene que considerarse es la cantidad y frecuencia con la que son ingeridos y cómo se integran a una dieta balanceada durante todo el día.
