“En julio San Joaquín y Santa Ana pintan la uva y al mes de agosto ya está madura”Empieza agosto el octavo mes del año; según la tradición popular, las cabañuelas pueden hacer el pronóstico de los doce meses del año siguiente: el día 1 corresponde a enero, el 2 a febrero y así sucesivamente hasta el 12 que es diciembre… Esto indica que desde siempre los campesinos han vivido preocupados por el clima, ya que la base de la economía y la supervivencia humana eran eminentemente agrícolas. Históricamente, los países que han experimentado un rápido crecimiento económico y una reducción de la pobreza, han estado precedidos o acompañados del crecimiento agrícola.Dice el dicho “agosto soleado y brillante te pone de buen talante” Lo cierto que en agosto nos acostumbramos a las vacaciones, es el mes de las lluvias, de las frutas, el mes en el que se van acortando los días y sus noches lluviosas suavizan las temperaturas.Es por eso que extrañamos los tiempos de seguridad y sencilla tranquilidad, en que julio y agosto eran los dos meses completos de vacaciones, cuando las cosas más simples eran divertidas. Los días al aire libre con sus climas templados y el verde de los campos rejuvenecidos por la lluvia eran de gusto general.“Pueblear” en la sierra o en Chapala, caminar por sus calles empedradas entre aguaceros, brincar charcos para llegar a la plaza, comprar elotes asados y tantos antojitos que nos llevan a recuerdos nostálgicos… Eso eran las esperadas vacaciones de verano.Nuestra columna de hoy se engalana con fotos de quienes han vivido “aquellos tiempos” de convivencia, unión, tranquilidad y sentimientos fuertes de amor y amistad. Recordar es rescatar nuestro tiempo de las garras del olvido.