Cuando el cuerpo dice “basta”, todas las señales que envía son claras. Comienza con la sensación de pesadez al levantarse y luego llega ese hormigueo que viene y va a la altura de las sienes apenas escuchas el sonido del celular. De repente en la oficina la vista se siente cada vez más cansada. El remate es ese nudo que lentamente aprieta en el estómago conforme pasan los días. La suma de lo anterior agota. La mejor medicina es soltar un poco la rutina y escuchar el susurro del corazón, apuntando a la aventura.“Desconectarse de todo” se lee como un eslogan turístico gastado. Pero hay una verdad genuina en esas palabras. Cada cierto tiempo, como un mero acto de cariño a nosotros mismos, es buena idea darle una pausa al trepidante mundo de las redes sociales y la rutina laboral. Hacer espacio para encontrar nuevos lugares en el mundo que, con un poco de suerte, nos muestren también nuevos rincones en nuestra alma. Esa búsqueda de paz es lo que me llevó a Playa Las Viudas, en Baja California Sur.Destino paradisiaco, de serpenteantes costas donde el desierto se toca con el mar y montañas ocres que se pintan en verde en la temporada de lluvias, Baja California Sur tiene rato como un punto de referencia para vacacionistas de distintos perfiles (aventureros, fiesteros, gastronómicos, zen, románticos y un etcétera que se vuelve eterno). Pero lo que invariablemente todos buscan es el contacto con su naturaleza, sus playas de mil colores y esa suave paz y tranquilidad que ofrece el remecer de sus olas.El color zafiro que se refleja en el mar es el primer saludo que ofrece Playa Las Viudas a los visitantes. El reflejo del Sol permite apreciar las formas suaves de su fondo, con un arrecife por donde nadan traviesos los pececillos de la zona, volviendo sus aguas irresistibles para aquellos que gustan de practicar el snorkel y el buceo. La arena es suave al contacto de la piel y el clima en esta temporada es sencillamente delicioso.Por momentos, parecería que Playa Las Viudas es de propiedad privada, ante la ausencia de vendedores. Las formaciones rocosas que surgen de su arena se convierten muchas veces en los únicos compañeros de quienes llegan en busca de tostar un poco la piel, disfrutar del sonido del mar o simplemente nadar un poco, gozando de las aguas transparentes del Pacífico mexicano.A propósito de nadar, vale la pena mencionar que Las viudas es territorio perfecto para aquellos que ya tienen bien dominado el arte de sumergirse en el mar. Cuando sus aguas están tranquilas es el mejor momento para explorarlo, ya que las rocas y arrecifes incrementan la dificultad si la corriente aumenta.Este rinconcito paradisiaco mexicano forma parte del municipio de Los Cabos, específicamente del Corredor Turístico de Cabo San Lucas. Si lo buscas en un mapa de principios de siglo, quizás lo encuentres con el nombre de “Twin Dolphin Beach”, en referencia al hotel que estaba en las cercanías, mismo que fue cerrado en 2006 y derruido a finales de ese mismo año.Cuando llegues, ya sobre la arena y con el oleaje rompiendo a la distancia, cierra los ojos. El regalo para el corazón y mente será una breve pausa, mientras la brisa te recorre la piel y se aclaran las ideas. La naturaleza repara el desgaste del alma y el Sol acariciará tus mejillas. Una justa recompensa a la aventura.Para quienes están detrás de un lugar donde descansar del ajetreo urbano e incluso del contacto humano masivo, Playa Las Viudas es el punto en el mapa que tanto anhelaban. En los alrededores no encontrarás por lo regular vendedores ni puestos de alimentos. Es buena idea que lleves tu propia toalla, gorra para el calor, bronceador y agua.Toma la carretera México 1 y a la altura del kilómetro 12.5 encontrarás el sendero que te lleva al mar. Se encuentra muy cerca de la playa pública Cabo Bello y del The Cape-a Thompson Hotel.