La magia de la cultura y la tradición está en Jalisco como una característica esencial, pues es un Estado que lo tiene todo, y en la Región Centro se encuentran dos municipios que sobresalen por la calidez y cordialidad de su población así como por su clima y gastronomía, se trata de Villa Corona y Acatlán de Juárez.Villa Corona fue nombrada así por Manuel M. Diéguez en honor al general Ramón Corona, según detalla el sitio oficial https://www.jalisco.gob.mx/es/jalisco/municipios/villa-corona. Esta región jalisciense tuvo reconocimiento popular a nivel nacional e internacional gracias a la música de banda de los años 90, que se modernizó en Jalisco a partir de los sonidos sinaloenses para ofrecer un estilo más techno de la mano de alineaciones importantes que se gestaron en este poblado, tales como Banda Machos, Banda Maguey y la Banda Arre, cuyas canciones permean actualmente la memoria colectiva.Por el lado artesanal, Villa Corona destaca por el tule con el que se fabrican petates y sopladores; también, aunque en menor medida, sillas de madera. Y como es común en el Estado en general, el traje típico es el de charro.En cuanto a las festividades del poblado, cada tercer domingo de noviembre se celebra la Fiesta de la Virgen del Rosario, en el mismo mes se realiza la Feria de la Amistad durante 10 días y también toma protagonismo la Fiesta de Cristo Rey.La parte deliciosa de la cocina de Villa Corona se concibe a partir del pescado, el cual se consume dorado, en adobo y también en ceviche. Para los amantes de la carne, encontrarán una deliciosa sazón en la birria de chivo y de ternera, y en el pozole y el menudo. Y para quienes deseen algo dulce, el coclixte en almíbar, el pinole y el ponteduro los hará chuparse los dedos.En cuanto a su arquitectura, destaca el templo de la Virgen del Rosario, cuya edificación es de origen franciscano. Igualmente, sobresale por su estética la iglesia de la Virgen de Lourdes. Cabe destacar que este municipio es conocido por sus aguas termales y sus parques acuáticos, por lo que es ideal para aquellos que buscan refrescarse con un chapuzón.El nombre de Acatlán proviene del náhuatl “Aka-Tlán”, que significa “lugar de abundancia de cañas”; mientras que “De Juárez” hace referencia a Benito Juárez, quien en su recorrido por México en 1858, estuvo en esta población a su paso hacia Manzanillo. Ahora se cuenta que el cura Francisco Melitón Vargas salvó la vida de este héroe nacional. En cuanto a sus monumentos y espacios para visitar, está la Escuela de Artes y Oficios Benito Juárez, lo que antes se conocía como el Mesón de la Providencia. Igualmente, destaca la parroquia de Santa Ana, cuyo interior está hecho de piedras labradas con material de la región.Las tradiciones y las fiestas patronales son otro motivo para visitar este poblado. El 26 de julio se celebran las fiestas religiosas en honor de Santa Ana, patrona del municipio. Mientras que el 11 de diciembre se realizan hogueras en las calles para venerar a la Virgen de Guadalupe. También se crean mulitas y monos con hojas de maíz, olote, tule y varas de jara coloreadas con anilina como parte esencial de las artesanías típicas de la zona.Además, no se puede partir de Acatlán sin haber saboreado su gastronomía. Parecida a la de Villa Corona, aquí también es popular la birria de chivo y el pozole, pero se suman otros platillos, por ejemplo, las carnitas de ternera y los frijoles puercos y charros.Por último, el “Guarapo” alza la mano como un infaltable en tu recorrido por esta región, donde se trabaja la caña de azúcar y de ésta se produce dicha bebida tradicional. No olvides agregar al programa de tu recorrido el mirador de Santa Cruz y el Cerro de la Lima, así también hay aguas termales y parques acuáticos, ¡vamos!