Las pestañas han cargado con un gran significado de la feminidad y la belleza considerada como perfecta. Se cree que entre más largas, rizadas y “tupidas” sean, mayor será el impacto que ocasionen en la mirada y den un toque de elegancia y sofisticación.Aunque las pestañas postizas siguen siendo la solución más inmediata para reforzar la mirada y generar efectos de profundidad entre el párpado y el marco de las cejas, en los últimos años los implantes de pestañas colocadas directamente al ras del párpado con la técnica 1x1 se han popularizado generando polémica sobre lo saludable o riesgoso que puede ser para el ojo.Sabemos que las pestañas son regenerativas y su función es indispensable para evitar que el polvo y otro tipo de partículas ingresen al ojo, y aunque sean muy pequeñas y lisas, llamadas popularmente de “tejaban”, es de vital importancia mantenerlas hidratadas, flexibles y sin desprendimientos constantes.Si eres constante en la aplicación de pestañas postizas con pegamento, o cada cierto tiempo retocas procedimientos como “lifting” o el alargado o enchinado permanente, ten en cuenta que dar un respiro a tus pestañas será necesario para evitar infecciones, debilidad y hasta caída alarmante de este pelo.Te ofrecemos unos tips para cuidarlas al máximo.¿Conoces realmente a tus pestañas? ¿Sabes exactamente su color, grosor, grado de ondulación y tiempo de crecimiento? Si nunca lo has pensado es momento de empezar a registrar la dinámica de tus pestañas, cuántas pierdes al día —se estima de que una a cinco en una medida normal—, si tardan entre un mes y tres en crecer y si el poro de su nacimiento es muy grasoso.Las pestañas suelen guardar restos de maquillaje que a simple vista no se ven. Procura utilizar desmaquillante a base de agua —de preferencia micelar— y después enjabonar sutilmente con jabón neutro de barra y secar por completo dando pequeños toques en el párpado.El aceite totalmente natural de almendras o coco son excelentes para generar suavidad en las pestañas y estimular su nacimiento. Antes de cada ducha puedes aplicar no más de dos gotas de estos aceites en la cercanía de los párpados y dar pequeños masajes circulares. Retira el restante de producto y enjuaga con agua.Escoger el rímel más adecuado para el efecto que buscas y la pesadez o ligereza de tu pestaña puede ser todo un reto, pero más allá del marketing que rodea a un rímel o máscara ten en cuenta que aquellos productos a base de agua serán los menos agresivos para tus pestañas y sus poros. Siempre revisa la caducidad.Después de ducharte y limpiar muy bien el maquillaje de ojos, reduce el estrés de los párpados colocando una bolsa de té de manzanilla —tibia y húmeda de preferencia— en cada una de tus cuencas y deja reposar durante cinco minutos para refrescar a tus pestañas y expulsar todo tipo de residuos.Las lagañas no son por casualidad y si constantemente tienes ardor al aplicar rímel o al aplicar desmaquillante, es posible que el producto esté caducado, no tenga un buen cerrado después de su uso o esté infectado, así que procura mantener total limpieza en tus productos de ojos y por nada del mundo prestar tu maquillaje que está en contacto con zonas sensibles como labios y ojos.Si los rituales de belleza representan esos minutos de relajación y encuentro contigo misma al finalizar tus labores cotidianas, es recomendable que también añadas tratamientos naturales que ayuden a tu cabello, especialmente si optas por utilizar cremas, planchas y tintes.Es importante que antes de aplicar cualquier producto a tu cabello con la intención de hidratarlo, conozcas a la perfección si tu cuero cabelludo es graso o reseco, si hay presencia de caspa o las hebras de tu cabello tienen puntas partidas, si se estira como chicle o se rompe o cae tan solo de ver el cepillo.Si tienes un maltrato evidente, quizá recortar solamente las puntas y áreas dañas será suficiente para aprovechar mascarillas básicas, económicas y fáciles de aplicar desde la comodidad de tu casa.JL