Mejor homenaje, imposible. Y es que La Grand-Place de Bruselas lució durante toda esta semana un tapiz con medio millón de flores en la XXI edición de un evento que cada dos años cubre de coloridas plantas los adoquines de la plaza más célebre de la capital belga, y que este año tiene a México como país protagonista y particularmente a Guanajuato.La alfombra floral, que adornó el corazón de esta ciudad hasta hoy domingo, está inspirada en tres culturas del Estado guanajuatense: la otomí, que ocupa la parte central del mosaico, y la cultura purépecha y la chupícuaro en los laterales.Las begonias, las dalias, la corteza y el pasto son los elementos fundamentales del tapiz floral que representan varios elementos de estas tres manifestaciones culturales, como las aves o el fuego.Según la diseñadora del manto de flores, Ana Rosa Aguilar, se trata de la primera vez que permiten poner en la alfombra un símbolo religioso y por ello, San Miguel Arcángel, santo patrono de Bruselas y de Uriangato se encuentra en las esquinas superiores.“La Grand-Place es el sueño de todo alfombrista ya que es el escenario más grande en todo el mundo del arte efímero”, explicó la diseñadora que ya ha realizado más de 30 alfombras en México y que ha formado parte en eventos internacionales en otros países como España y Japón.Con alto grado de dificultadLa creación ha sido uno de los diseños más difíciles a realizar porque fue muy preciso y en él se emplearon “muchos símbolos de la cultura mexicana y muchos colores, pero es lo que hace que sea uno de los más bonitos”, explicó la concejala de Cultura y Turismo de la ciudad, Karine Lalieux.Tras el vistoso resultado visual se esconden seis meses de trabajo, cuenta Aguilar, a los que se suma el impulso final de más de 100 voluntarios divididos en dos turnos que trabajaron desde las 3:00 de la madrugada de anoche para lograr que a las 12:00 de la tarde la alfombra estuviera lista. “México plasmado en Bruselas”, resumió una voluntaria mexicana, quien añadió sentirse orgullosa de que México fuera el primer país latinoamericano en participar en este evento que tiene lugar cada dos años en Bélgica.Este proyecto, desarrollado por el gobierno municipal de Uriangato y el estatal de Guanajuato, contó con un presupuesto de cerca de 3 millones de pesos mexicanos, y de otros 50.000 euros por parte de la ciudad de Bruselas.“Se calcula que hubo entre 150 mil y 200 mil visitantes en la Grand-Place y esperamos 25 mil personas que suban al balcón del Ayuntamiento de Bruselas”, dijo Lalieux. Subir al balcón, por cierto, tiene precio.Durante los cuatro días que duró este evento, los turistas pudieron conocer más de cerca la cultura mexicana, a través de la música de mariachis y de vestimentas típicas del país, expuestas en el Ayuntamiento de Bruselas.