La sobria fachada del Templo de San Antonio se ha convertido en el símbolo de la ciudad. Disfrutar del repique de sus campanas por la mañana y un café de olla es una experiencia de vida que bien vale la pena gozar. Las calles del Centro, con sus subidas y bajadas, son excelentes para hacer un poco de calistenia previo a la comida.Tapalpa se define por el sabor de sus platillos, y aquí vaya que se come bien. Unos crujientes chilaquiles por la mañana, unos ricos tacos de barbacoa por la tarde y sus tamales de acelga por la noche forman parte del encanto.Los puestitos callejeros, con sus deliciosos elotes y dulces mexicanos serán una caricia para tus sentidos.La naturaleza ha sido generosa con Tapalpa, y entre los mejores ejemplos que podemos disfrutar se encuentran “Las Piedrotas”, misteriosas formaciones que lo mismo invitan a la escalada que a la reflexión. Está también el Salto del Nogal, cuya caída de agua es el marco perfecto para una cita romántica. Los deportes aéreos y sobre el agua también forman parte de la oferta que tiene en la baraja este Pueblo Mágico.Las opciones de hospedaje son múltiples en Tapalpa. ¿Entre nuestros favoritos? La Casa de Maty (Mariano Matamoros 69), cuyas habitaciones combinan el decorado rústico con la comodidad absoluta. Cuenta con áreas comunes que invitan a la relajación absoluta y paquetes para armar unas vacaciones a la carta. Pregunta por sus promociones y tarifas al teléfono +52 343 432 0189. Ojo, cuentan con estacionamiento propio.Desde Guadalajara, toma camino a Tlajomulco y de allí la carretera 54D. Antes de llegar a Sayula encontrarás la desviación que te llevará a Tapalpa. Sé precavido en el camino, pues hay varias curvas y el clima matutino suele venir con niebla. ¡No olvides verificar el estado del automóvil antes de este y cualquier otro viaje!