Uno de los fenómenos naturales más bellos se lleva a cabo a unos cuantos kilómetros de nuestra ciudad. Es en la Isla de Petatán, que se convierte entre los meses de noviembre y abril en el “nido invernal” de los pelícanos borregones, hermosas criaturas que cada año viajan desde rincones tan lejanos como Canadá y Estados Unidos hasta nuestro país para refugiarse de las bajas temperaturas ambientales en las cálidas tierras que hay entre Jalisco y Michoacán.Escenas que parecerían sacadas de un documental de “National Geographic” que podemos disfrutar en vivo. Y es que durante unos meses la isla de Petatán se convierte en el paraíso de estos pelícanos. Aquí los paseantes pueden observar cientos de estas aves distribuidas en la laguna de Chapala. Cada año, llegan aproximadamente veinte mil ejemplares, comenzando con los más viejos de las colonias. Son muchas las razones por las que los pelícanos elijen este punto de entre cientos más. La alta disponibilidad de peces, como mojarras y carpas que se observa en este cuerpo de agua, atrae a estas hermosas aves y las convierte en una zona de avistamiento idónea. Los pescadores de la región acostumbran a alimentar a esta ave al caer la tarde, momento ideal para acercarse y conocerlas.Cabe destacar que los pelícanos borregones llevan a cabo una de las tres migraciones con las que cuenta Michoacán, a la par con las mariposas Monarca y las tortugas marinas.Para ubicarnos en el mapa, la isla de Petatán se encuentra en el municipio de Cojumatlán de Régules, a menos de dos horas de Zamora. Cojumatlán es un pequeño municipio ubicado a escasos 15 minutos de la Isla de Petatán, en este lugar puedes visitar la Parroquia del Señor del Perdón.Para comer, la recomendación es “darse un gusto” con los sabores de la región. Prueba el tradicional caldo de pescado, hueva (tradicionalmente conocida como caviar) y charal empanizado, platillos típicos de este espacio michoacano tan cercano a Jalisco.
