En la pequeña iglesia la misa apenas había empezado y, de repente, el sacerdote, Francisco Javier Gómez Orozco, montó en cólera, como un niño chiquito hizo una rabieta, sin explicación alguna, se dio la media vuelta, se fue y dejó "plantados" a los novios ante el altar, sin casarlos y llorando desconsolados.El cura berrinchudo les arruinó la boda y los sueños de vivir el día más hermoso de su vida, de unirse en sagrado matrimonio para amarse por siempre.El hecho inédito, insólito, inesperado, para Ripley, ocurrió en la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, en el ejido "La Unión", municipio de Torreón, en la Región Laguna de Coahuila.El video del momento fue difundido, el 31 de octubre pasado, en una cuenta de TikTok por el camarógrafo de @quinceaneraeventos.El joven aseguró que el clérigo se enojó porque él estaba grabando la ceremonia que suspendió a los 15 minutos de haber empezado."Yo apenas tenía cuatro minutos de grabación", comenta el camarógrafo, mientras los novios lloran desconsolados y familiares y amigos manifiestan su enojo por la actitud soberbia, arrogante y absurda del párroco.La gente pide que lo destituyan porque no tenía derecho a arruinar la boda.Nadie encuentra una explicación lógica a la actitud del padre, y las opiniones varían, otros creen que le molestó que un hombre llevara puesta una gorra…La gente hace una serie de conjeturas, hasta que le empiezan a gritar y van a buscarlo.Finalmente, el cura regresa a tratar de arreglar el disparate que armó.De mal modo reanuda la ceremonia religiosa y les da los sagrados sacramentos a la pareja.Todos salen decepcionados, muy molestos, enojados, por el arranque neurótico del religioso.Advierten que van a proceder y solicitarán al obispo de la Diócesis de Torreón que destituyan al párroco Francisco Javier Gómez Orozco, porque no tiene a Dios en su corazón y no debe predicar el evangelio.Dudan, sobre todo, de su vocación religiosa.La madre del novio pidió una explicación a una mujer que labora en el templo:--¿Por qué le arruinaron la boda a mi hijo?, cuestionó, La mujer, apenada, no supo qué contestarle.Empero, la Diócesis de Torreón a cargo del Obispo Luis Martín Barraza Beltrán, no ha opinado al respecto, si cambiará al cura de esa Iglesia por otro que no sea berrinchudo.OA