A pesar de que su partido perdió alrededor de una quinta parte de los escaños que tenía en el Congreso, en las elecciones del 6 de junio, el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) seguirá con sus políticas, manteniendo la presión para lograr las reformas constitucionales que desea en materia electoral, de energía y seguridad.Así lo señala el diario británico Financial Times en un artículo para el cual habló con políticos y empresarios en México.Titulado "AMLO seguirá siendo AMLO", el texto señala que los resultados del 6 de junio no parecen haber intimidado al Mandatario mexicano, cuyo gobierno publicó, apenas un día después de las elecciones, una ley para extender el mandato del presidente de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar. AMLO acusó a los medios "perversos, difamatorios, inmorales", de haber envenenado a los votantes en su contra y atacó a la clase media como escaladores sociales egoístas.Sin embargo, más allá de su retórica incendiaria, los empresarios creen que mantendrá su agenda, sin radicalizarla más."Claramente AMLO seguirá siendo AMLO, y esto es algo con lo que los empresarios y la sociedad tendrán que aprender a vivir; no lo vamos a cambiar", dijo al rotativo Antonio del Valle, quien encabeza el Consejo Mexicano Empresarial. Añadió que así como no cambiará políticamente, "tampoco cambiará su política económica, y eso me tranquiliza". Para muchos empresarios, es una buena noticia que el Presidente haya resistido la presión de endeudarse para poder derrochar gasto, como han hecho otros líderes.En contraste, el político Porfirio Muñoz Ledo dijo que esperaba que AMLO "fuera más moderado, y no lo ha sido. Espero que no endurezca la presidencia para oponerse a las instituciones. La presidencia ya es muy poderosa".Claudia Sheinbaum, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, ridiculizó a quienes vendieron las elecciones como "la última ocasión en que votamos porque nos dirigimos a una dictadura", mientras que Graham Stock, socio de BlueBat Asset Management, consideró que hay "oportunidades limitadas" para que AMLO se radicalice sin contar con una súper mayoría en el Congreso.Rechazó, a la vez, las comparaciones del presidente mexicano con el fallecido líder venezolano, Hugo Chávez. "Es un conservador fiscal, así que no gastará dinero en una carrera por el crecimiento. La narrativa de caos y destrucción que sus oponentes siempre han tratado de decir que ocurriría… no me compro eso. Él no es el próximo Chávez, es bastante único".En opinión de un funcionario que prefirió no ser citado por su nombre, el "ladrido del Presidente es peor que su mordida".A decir del excanciller Jorge Castañeda, López Obrador desperdició la oportunidad de usar su "enorme legitimidad" para aprobar reformas de largo alcance, como una "reforma fiscal seria".AMLO ha prometido cerrar los resquicios legales, más que elevar impuestos. Para Gerardo Esquivel, subgobernador del Banco de México, aunque parezca de corto plazo, la lógica de AMLO es pragmática. "Todos los intentos pasados de reforma fiscal han sido fiascos políticos… En su opinión [del actual mandatario], es más transformador hacer que la gente pague lo que tiene que pagar, y que los salarios estén donde deben estar".El medio británico indicó que aunque la economía mexicana está creciendo, en parte gracias al paquete de estímulo que aprobó en Estados Unidos el presidente Joe Biden, el clima de incertidumbre, la cancelación del aeropuerto parcialmente construido, los ataques contra los enemigos políticos, incluyendo los ricos, los medios y los empresarios, han generado preocupación sobre los riesgos de una mayor división en una sociedad que ya está profundamente fracturada.Es en eso, consideró el ejecutivo en jefe de un banco mexicano que tampoco quiso que se diera su nombre, en lo que tendría que aplicarse López Obrador. "Lo más importante es detener la polarización del país: ricos contra pobres, norte contra sur. Necesitamos remar en la misma dirección para que el bote avance".OA