La etapa de emergencia por el accidente de un avión de Aeroméxico el martes fue superada debido a los protocolos de evacuación aplicados por pilotos, sobrecargos, cuerpos de rescate y seguridad, así como por la cooperación de los pasajeros, señaló el gobernador de Durango, José Rosas Aispuro.El mandatario estatal reconoció la participación de la sociedad, de las instancias de salud –públicas y privadas– y en especial de todo el personal médico y hospitalario que participó en la evacuación, traslado a los nosocomios y atención de los lesionados del vuelo que iba a la Ciudad de México con 103 personas a bordo.Detalló que en los casos que se requiera el apoyo de recuperación de documentos oficiales, ya se encuentran en coordinación con las autoridades migratorias, aduana y las propias dependencias estatales y la aerolínea para reponerlos en el caso de pasaporte, actas de nacimiento y acreditación de nacionalidad.Sobre el percance, el director de Aeronáutica Civil de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Luis Gerardo Fonseca Guzmán, afirmó que la aeronave no alcanzó a despegar ni logró altura, porque estaba en trayectoria de despegue inicial cuando salió de la pista y se desplazó por terreno irregular.Hay 25 hospitalizadosAutoridades sanitarias del Estado de Durango informaron que hasta la tarde de ayer permanecían hospitalizadas 25 personas que iban en el Embraer 190.Fernando Ríos, vocero de la Secretaría de Salud del Estado, mencionó que las personas más delicadas son el piloto Carlos Galván y una menor de ocho años que resultó con quemaduras de primero y segundo grado en 25% de su cuerpo. Ambos están fuera de peligro.Dijo que Galván fue operado de una lesión cervical. “El reporte médico es reservado, pero estable y fuera de peligro”, aseguró sobre la salud del aviador.Precisó que fueron nueve pasajeros, cinco de ellos menores, los que resultaron con quemaduras de primero y segundo grado.Las cajas negras del avión accidentado en las inmediaciones del aeropuerto de Durango fueron encontradas en “perfecto estado”, informó Andrés Conesa, director ejecutivo de la compañía propietaria del avión.El director advirtió que las investigaciones serán “un proceso largo”.Conesa aseguró que todavía “se desconocen” las causas del accidente, que podría haberse debido a “varios factores”, aunque el gobernador de Durango, José Rosas Aispuro, apuntó a una ráfaga de viento como principal responsable.La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) informó que en los peritajes trabaja la Comisión Investigadora y Dictaminadora de Accidentes de Aviación. También participan representantes de la Dirección General de Aeronáutica Civil, responsable de la investigación; de la empresa fabricante Embraer, y de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) y de la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos, país de fabricación de los motores.EFEUn reporte del Gobierno de Durango sobre el accidente aéreo del vuelo AM2431 señaló que en la aeronave iban ciudadanos extranjeros.Autoridades informaron que la mayoría de extranjeros son de Estados Unidos con doble nacionalidad (también mexicana), así como un ciudadano español y una colombiana.Debido a esto, el Gobierno trabaja con la Secretaría de Relaciones Exteriores en el contacto con los consulados o embajadas correspondientes y para agilizar los trámites necesarios.Externó que la principal preocupación de los extranjeros es recuperar sus documentos para volver a sus países.Informaron que todo el equipaje de los pasajeros se perdió en el incidente, por ello la aerolínea se hará cargo por completo de los gastos de las personas afectadas.SUNLos pasajeros en accidentes aéreos como el del martes en Durango tienen más posibilidades de sobrevivir gracias a mejores normas de construcción y de seguridad en los aviones, indicaron expertos.En la actualidad hay menos probabilidades de que la gente quede atrapada por asientos y pisos colapsados, sobre todo si el avión cae en un terreno llano y a una velocidad baja.Las tasas de supervivencia en los desplomes “son más altas que nunca” debido a que ahora los “aviones son más fuertes”, explicó el investigador de seguridad aérea Adrian Young, de la consultora To70, con sede en Holanda.Otras mejoras alcanzadas en las últimas décadas incluyen un uso más amplio de materiales que se queman más lentamente y sin emitir humos tóxicos, así como trazados más inteligentes de aeropuertos, que eliminan los obstáculos cerca de las pistas.La organización Aviation Safety Network contó únicamente 10 accidentes fatales con aeronaves comerciales en 2017, con 44 muertes. En cambio, durante los 10 años anteriores hubo casi 600 muertes al año en promedio, según el grupo.AP