Lunes, 25 de Noviembre 2024

Sin definir, situación legal de joven michoacano preso en China

La madre, Blanca Yolanda Quintero Sánchez relató que con apoyo del gobierno de Michoacán y la SRE, su hijo Alejandro ya cuenta con un representante legal

Por: SUN

Doña Yolanda denunció que han escondido al vigilante con el que sus hijos pelearon en China evitando corroborar si está en las condiciones físicas que refiere la acusación. YOUTUBE / Jorge Hidalgo

Doña Yolanda denunció que han escondido al vigilante con el que sus hijos pelearon en China evitando corroborar si está en las condiciones físicas que refiere la acusación. YOUTUBE / Jorge Hidalgo

A nueve meses de haber sido detenido y encarcelado en Beijing, China, acusado de golpear al vigilante de una escuela, Diego Jonathan Fernández Quintero, de 19 años de edad y originario del municipio de Uruapan, Michoacán, aún permanece preso en una cárcel para extranjeros, sin que se defina su situación jurídica.

Blanca Yolanda Quintero Sánchez, madre de los dos jóvenes michoacanos detenidos en China, relató a El Universal, que con apoyo del gobierno de Michoacán y la Secretaría de Relaciones Exteriores, su hijo Alejandro Fernández Quintero ya cuenta con un representante legal.

Platicó que el gobierno de Michoacán contrató desde hace tres semanas a un abogado de origen chino, al que incluso ya le entregaron el 60 por ciento del costo total de lo que les cobrará por la defensa del michoacano.

Doña Yolanda Quintero afirmó que el abogado asiático ya se puso en contacto con ellos, pero no ha iniciado hasta este momento algún trámite relacionado al juicio.

"Mi hijo Alejandro sigue allá en China y también estaba muy triste, porque ya tenía tres semanas que se contrató al licenciado y aunque el Consulado me ha estado respaldando, no ha hecho nada", recriminó.

Yolanda Quintero narra con la voz quebrantada, que el abogado pretextó cúmulo de trabajo, lo que la llenó de tristeza, sobre todo al saber que se tomó una responsabilidad que no ha cumplido.

Pero la madre michoacana no pierde la fe, dice, y espera que luego de los tres días de asueto que decreta China por los festejos de fin de año, el abogado inicie con los trámites de la defensa de su hijo menor.

Precisó, que este abogado es chino y ha trabajado para varios consulados en diferentes países debido a su experiencia, por lo que les dijo que tomaba el caso como un favor –cobrado- especial al Consulado de México en China, ya que tenía mucho trabajo.

"El cónsul (mexicano) ha estado presionando al licenciado, porque ya cobró el 60 por ciento de lo que él mismo pidió y estoy en espera de esta semana saber si ya se presentó para defender a Diego", reiteró.

Los delitos que se le imputan a Diego Fernández Quintero, detenido en Beijing, China, desde el pasado 2 de abril, son tipificados en ese país como graves.

Además de lesiones por violencia, al joven michoacano se le acusa de golpear a una persona de la tercera edad, lo cual está muy penado en ese país asiático.

Al respecto, doña Yolanda denunció que la familia ha escondido al vigilante con el que sus hijos pelearon y no han permitido que la representatividad legal lo vea para corroborar si realmente está en las condiciones físicas que refiere en su acusación.

Reveló que incluso hay un video del lugar donde sucedió la riña de sus hijos con el vigilante, que la escuela no ha querido presentar como prueba, en el que, junto con testimonios de otras personas, se comprobaría que su hijo no golpeó al señor como lo denunció.

Acusó finalmente, que la actitud de la hija de la persona denunciante se ha convertido en una extorsión para otorgar el perdón, al igual que la escuela que contrató a sus hijos, misma donde trabaja el adulto mayor.

Yolanda Quintero, sostuvo que es la escuela de la empresa Zhirui Hudong International, ligada en intercambio cultural a la Universidad de Harvard, les exigió, a nombre del vigilante, primero 300 mil yuanes.

Y después, reiteró, la escuela les triplicó la cantidad como reparación del daño y le piden 900 mil yuanes (2 millones 100 mil pesos), dinero con el que no cuentan y que mantiene a su hijo Diego preso.

Su otro hijo, Alejandro de 21 años de edad, encontró un trabajo para estar cerca de su hermano; sin embargo ha vivido en condiciones muy precarias, a pesar de que él puede abandonar China en cualquier momento.

SA

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